Washington, DC. El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó ayer lunes que la economía dominicana mantiene un desempeño económico sólido, apoyado por las políticas públicas del gobierno, lo que ha dejado como resultado una reducción sustancial de la pobreza y la desigualdad.
De acuerdo con el FMI, el país tuvo un crecimiento récord de 7% el año pasado, impulso que se mantuvo en la primera parte de este año.
La información está contenida en los resultados de la consulta del Artículo IV que el FMI hizo con República Dominicana, y en su informe señala que el retorno a un crecimiento por encima del potencial en 2018 reflejó una fuerte respuesta de la inversión y del consumo privado a un estímulo monetario oportuno, tras la desaceleración reflejada en 2017, así como a condiciones externas favorables y a un continuo fortalecimiento del mercado laboral.
Y en ese sentido subraya que “El sólido desempeño económico en los últimos años, apoyado por las políticas públicas, ha resultado en una reducción sustancial de la pobreza, la desigualdad y la convergencia continua de los ingresos a los niveles de economías avanzadas”.
El informe del Fondo observa que la aceleración en la actividad no ha ejercido presión sobre los balances internos ni externos: la inflación se mantuvo moderada y la posición externa continúa sólida.
“Esto permitió un giro hacia una postura monetaria y fiscal menos expansiva en 2018, guiando la actividad económica hacia su crecimiento potencial”, subraya.
Igualmente, indica que la perspectiva es favorable, con riesgos moderados y balanceados para el crecimiento.
Al respecto, apunta que “Se espera, además, que el crecimiento se modere a alrededor del 5 por ciento en 2019 y 5 por ciento en el mediano plazo, ambos dentro del rango estimado de crecimiento potencial. La moderación estaría impulsada por una desaceleración en la tasa de expansión del crédito, un entorno internacional menos favorable y precios del petróleo más elevados”.
Sobre la inflación, el FMI señala que “se estima que la inflación aumente gradualmente hasta el rango meta de 4.00 ± 1.00 por ciento con el repunte de los precios de los alimentos y del petróleo. Se proyecta que la posición externa se mantendrá, en general, consistente con los fundamentos y financiada más que adecuadamente por la IED. Los principales riesgos a la baja para las perspectivas son una demanda externa más débil de lo esperado y mayores precios de energía. Por el lado positivo, el impulso de la demanda interna en el corto plazo podría ser más fuerte de lo previsto, reflejando el sólido crecimiento de los ingresos”.
Según el FMI, el nivel de reservas internacionales ha aumentado de manera constante desde la crisis bancaria de 2003-04 y actualmente supera todos los indicadores tradicionales de adecuación de reservas.
En ese sentido, sostiene el informe que, sin embargo, las autoridades están tomando medidas para continuar con la acumulación de reservas con el fin de consolidar la posición externa, aumentar la resistencia a los choques externos y acercarse al umbral de adecuación establecido por la métrica ponderada por riesgo (ARA, sigla en inglés) del Fondo. Las autoridades planean aumentar las reservas oportunamente.
También dice que el déficit en cuenta corriente promedió 0.9 por ciento del PIB durante el periodo 2016-18, muy por debajo de su media histórica, respaldado por el turismo y las exportaciones de oro.