El hermano y el hijo del Presidente cumplen arresto domiciliario tras pagar una fianza de unos 13.000 dólares cada uno y enfrentarán a la justicia por delitos de fraude y lavado de dinero.
La Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) los acusa de falsificación de facturas y cotizaciones para compras y eventos. Éstos se pagaron y debían realizarse en el Registro de la Propiedad, pero nunca se llevaron a cabo.
Los documentos falsificados habrían beneficiado a la familia de la entonces novia del hijo del presidente, defraudando así al fisco guatemalteco por unos 23.000 dólares.
El delito se habría cometido en 2013, antes de que Morales fuera electo, pero no fue sino hasta este año que la fiscalía dio a conocer los hechos y detuvo a los familiares del mandatario. Además de éstos, hay al menos otras 18 personas presuntamente involucradas.
El hijo del presidente, de 25 años, no ha negado los cargos y frente a la juez que lo envió previamente a prisión dijo: “fui muy inocente a la hora de actuar, no pensé muy bien mis actos”.
El presidente Morales se ha mantenido distanciado del proceso y se ha negado a hablar al respecto.