Rocío García Ramírez era una exitosa abogada mexicana del área jurídica de una transnacional española a quien promovieron para ser gerente de Desarrollo de Negocios de la trasnacional. Sin embargo, al realizarle exámenes médicos como requisito para el puesto, descubrieron que tenía cáncer, por lo que la despidieron.
Por ello, llevó su demanda por discriminación hasta la Suprema Corte de Justicia mexicana. Pero no fue hasta 2017 cuando se le dio la razón. El máximo tribunal decretó que el suyo era el primer caso de discriminación laboral con despido injustificado. En consecuencia ordenó a la trasnacional la reincorporación de su empleo.
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Rocio Garcia Ramirez (@NegritaRoci), abogada
Casi una década de lucha contra la empresa española Acciona Operación y Mantenimiento ha dado la abogada Rocío García Ramírez, quien fue discriminada por padecer cáncer de mama#DiscriminaciónLaboral #Cáncer #CáncerdeMama pic.twitter.com/3dMZRhSsdJ— Adriana Delgado Ruiz (@AdriDelgadoRuiz) June 22, 2022
La reinstalación jamás llegó y se vio obligada a firmar un acuerdo en el que entre las cláusulas se le ordenó no hablar más del caso en medios, recibiendo solo el pago de un laudo laboral. “La empresa ha alargado porque saben que mi enfermedad es muy delicada. Solamente sabe Dios por qué sigo aquí hablando contigo”, indicó en una reciente entrevista.
En febrero pasado, la exitosa abogada demandó por vía penal a la trasnacional al pago por reparación del daño. Principalmente alegando el golpe económico en su familia de una década sin empleo, con tratamiento del cáncer en hospitales privados y pagando abogados. A su vez, presentó una denuncia en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Ciudad de México por los delitos de amenazas y violencia de género por parte de uno de sus jefes.
No obstante, todo ha empeorado. En octubre pasado, la exitosa abogada recibió un diagnóstico, que señala que el cáncer ha hecho metástasis en los pulmones. En consecuencia, el padecimiento está en fase cuatro. Asimismo, el mismo mes fue notificada de la demanda en su contra por difamación. La empresa española pretende una disculpa pública para echar por tierra una década de batalla legal.
“Lo que la empresa hace es seguir en los juicios, apostando a mi deceso. Saben que mi vida va contra reloj desde hace tiempo”, expresó y señaló que ya no tiene dinero para su tratamiento, por lo que seguramente en poco tiempo perderá la lucha contra la enfermedad.
