El cuerpo de Francisco yace expuesto ante el altar de la Confesión. Casi 20,000 fieles han pasado ante el féretro
Ciudad del Vaticano.- El respeto y el recogimiento marcaron la jornada de ayer en la basílica de San Pedro, donde miles de fieles hacen una larga cola para dar su último adiós al papa Francisco, cuyo cuerpo yace expuesto ante el altar de la Confesión.
Desde entonces, una marea humana avanza lentamente por la nave central del templo. Bajo un sol intenso que baña la plaza de San Pedro, peregrinos llegados de todo el mundo esperan pacientemente su turno, protegidos con sombrillas, gafas de sol y botellas de agua.
En el interior de la basílica, la gran afluencia permite a los fieles detenerse apenas unos segundos ante el féretro del papa Francisco, lo necesario para santiguarse o arrodillarse, lo que ha llevado a muchos a buscar espacios cercanos, como la zona a la izquierda del altar, para hacer una oración o inclinarse en señal de respeto.
“Después del cúmulo de gente que hay para verlo y lo estrecho que es el pasillo central de la basílica… topárselo de frente impacta. Lo habíamos visto esta mañana por televisión, pero impacta verlo al natural”, comentó a EFE una visitante visiblemente emocionada.
A la salida se mezclan grupos de escolares y turistas, religiosos y personas que han viajado en solitario desde distintos puntos del planeta para despedirse del pontífice.
En avión, tren o incluso en coche, centenares de personas pusieron rumbo a Roma tras conocerse la inesperada muerte del papa el pasado lunes a los 88 años, en avión, tren o coche.
Entre ellas, un grupo de amigos de Murcia que salió el lunes a las 22.00 hora local (20.00 GMT) y llegó a la capital italiana la noche del martes, exclusivamente para despedirse este miércoles del pontífice y emprender de manera casi inmediata el viaje de vuelta.
“El papa pensaba en español y conectamos con su pensamiento, era fácil de entender”, explica Pedro, miembro de la expedición murciana, que dijo haber sufrido una “conmoción grandísima” al ver el féretro.
Un océano de amor para Francisco
“Es como saludar a tu padre por segunda vez. No tengo ni papá ni mamá, así que es duro saludarlo por última vez”, relató Griselda Medici, una argentina que vive en Italia desde hace 23 años que describió la cantidad de gente en el Vaticano como un “océano de amor hacia el papa”.
“El papa es un migrante como yo. Escucharlo los domingos con sus características argentinas, esa chispa, ese chiste que se le escapaba, es como que te hace estar en casa. En estos 12 años cada vez que lo veía por televisión decía: ‘¡Eccolo! Es mi papa”, añadió.
La basílica seguirá abierta hasta la tarde del viernes para quienes deseen despedirse del pontífice que marcó una época por su cercanía, su lenguaje directo y su defensa de los más vulnerables.
Los fieles
Casi 20,000 fieles han pasado ayer ante el féretro del papa Francisco en la basílica de San Pedro del Vaticano, en el primero de los tres días de exposición hasta su funeral el próximo sábado.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, indicó que en total fueron 19,430 personas las que pasaron por la capilla ardiente desde su apertura a las 11.00 horas locales (9.00 GMT).
La Santa Sede, dada la alta afluencia de fieles, está preparando ampliar la apertura de la basílica hasta pasada la medianoche.
El féretro será expuesto hasta el viernes a las 19.00 horas locales (17.00 GMT) para proceder después a su clausura y celebrar su funeral en la mañana del sábado. Justo después de esa misa solemne, con autoridades eclesiásticas y políticas de todo el mundo, Francisco será enterrado en la capilla que eligió en la basílica romana de Santa María La Mayor.
Un cortejo fúnebre por el centro de Roma está siendo valorado por las autoridades de la capital italiana.
Hasta el sábado se ha organizado el rezo de un rosario en Santa María La Mayor, cada tarde a las 21.00 horas locales (19.00 GMT).
Por otro lado, un total de 103 cardenales ya han llegado a Roma para participar en el funeral del papa Francisco y en el posterior cónclave para elegir a un sucesor.
Así se ha constatado en la segunda congregación de cardenales, un órgano que regula este periodo de ‘sede vacante’ en el Vaticano tras la defunción del pontífice.
Actualmente los cardenales son 252 pero solo 133 pueden entrar en la Capilla Sixtina para elegir un sucesor a Francisco al tener menos de 80 años. No obstante, ya han llegado a Roma 103, aunque Bruni no precisó cuántos de ellos son electores.
El cónclave, la reunión a puerta cerrada en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo papa, debe celebrarse en un plazo máximo de 20 días tras la muerte del pontífice.
Se prevé que pueda ser convocado entre el 5 de mayo, primer día hábil tras el periodo de las ‘Novendiales’, los nueve días de luto que siguen al funeral, y el día 10, cuando se cumple el máximo de 20 días tras la muerte del pontífice, el 21 de abril.
El luto vaticano acabará el 4 de mayo
Las ‘Novendiales’, el periodo tradicional de nueve días de luto que siguen a la muerte de un papa, terminarán el próximo 4 de mayo, según confirmó este miércoles la Santa Sede, y después de ese día se convocará el cónclave.
El maestro de ceremonias vaticano, el arzobispo Diego Ravelli, explicó en un comunicado que la primera misa en recuerdo de Francisco tendrá lugar el 26 de abril a las 10.00 horas locales (8.20 GMT) en la basílica de San Pedro.
Y la novena y última tendrá lugar el 4 de mayo a las 17.00 horas locales (15.00 GMT) en el mismo lugar, presidida por el cardenal Dominique Mamberti.
Las ‘Novendiales’ (del latín ‘novem diem’, nueve días) seguirán al funeral del papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años a causa de un ictus y cuyo féretro será expuesto hasta ese día en la basílica vaticana para su despedida por miles de fieles.
Por eso, el primer día de ese periodo de luto será ya el de su funeral y después será enterrado en la basílica romana de Santa María La Mayor.
Esta celebración se repetirá diariamente y estará abierta a quien quiera rezar por el alma del pontífice argentino.
Una vez superado este periodo de nueve días podrá convocarse el cónclave para elegir un sucesor, en un plazo que no puede superar los 20 días desde la muerte del papa, por lo que su inicio se prevé entre el 5 y el 10 de mayo.
El camarlengo presidirá el viernes cierre féretro
El cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, presidirá el próximo viernes a las 20.00 hora local (18.00 GMT) el rito del cierre del féretro del papa Francisco en la basílica de San Pedro, así como su entierro en la basílica de Santa María la Mayor, donde el pontífice será sepultado por su expreso deseo tras el funeral.
Tanto en la ceremonia del cierre del féretro, como en el sepelio estarán presentes también el decano del colegio cardenalicio Giovanni Battista Re, así como otros seis cardenales, entre ellos el prebítero Roger Michael Mahony, el protodiácono Dominique Mamberti y el arcipreste de la Basílica Mauro Gambetti.
Donó sus últimos 200,000 euros a presos
Antes de su muerte, el pasado lunes, el papa Francisco realizó una donación personal de 200,000 euros destinada a los presos, en lo que eran “sus últimas posesiones”, aseguró es el obispo Benoni Ambarus, director de la oficina para la pastoral carcelaria y encargado de asuntos caritativos en Roma. “Les donó 200, 000 euros de su cuenta personal”, dijo Ambarus. Según concretó, esta donación fue destinada a una fábrica de pasta del centro penitenciario para menores Casal del Marmo, en Roma. “Le dije que tenemos una hipoteca cuantiosa para esta fábrica de pasta y que si conseguíamos cubrirla bajaríamos los precios de la pasta, venderíamos más y podríamos contratar más chicos”, agregó.