Cuando en EE. UU participen en las elecciones presidenciales de este martes 5 noviembre, la mayoría votará por la demócrata Kamala Harris o por el republicano Donald Trump. Sin embargo, estos votos no determinarán directamente quién ocupará la Casa Blanca.
A diferencia del sistema electoral tradicional en el que cada ciudadano aporta un voto y el candidato que más votos obtenga resulta vencedor, la carrera nacional estadounidense se trata de una competencia estado por estado, donde ganar uno de los 50 estados significa obtener todos sus votos del Colegio Electoral.
Es decir, el Presidente no se elige por el voto popular nacional. Son los totales de votos del Colegio Electoral los que determinan el ganador.
¿Qué es un Colegio Electoral?
El Colegio Electoral se establece en la Constitución de EE. UU para elegir la fórmula presidencial que dirigirá el país. En total, son 538 los votos electorales; es decir, que un candidato necesita obtener al menos 270 para ganar la presidencia.
Sin embargo, los votos electorales se conceden en función del voto popular en cada Estado, y cada Estado define el método de reparto. En la actualidad, 48 de los 50 Estados, junto con el Distrito de Columbia, utilizan el sistema de “el ganador se lo lleva todo”. Por ejemplo, los 54 votos electorales de California van al ganador de las elecciones estatales, incluso si el margen de victoria es mínimo, como un 50,1% frente a un 49,9%.
Los estados péndulo o “Swing States”
Siete estados tienen las llaves de la Casa Blanca este 2024. Conocidos como ‘swing states’, estados péndulo o bisagras, resultan cruciales en la contienda electoral, ya que no muestran una inclinación contundente ni para el Partido Demócrata ni el Republicano.
Para esta elección, Georgia, Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Nevada y Carolina del Norte son los estados indecisos que pueden terminar definiendo al jefe o jefa de Estado de Estados Unidos este 5 de noviembre.
Cómo surge el método de los Colegios Electorales en las elecciones en EE. UU
Este sistema se utiliza desde cuando se redactó la Constitución originaria, en 1787. Por entonces, la votación popular nacional para elegir presidente era prácticamente imposible debido al tamaño del país y a la falta de métodos de comunicación fiables.
Ventajas y desventajas
- Los estados pequeños mantienen su importancia en la campaña
- Los candidatos pueden centrarse en estados clave
- Los recuentos son más manejables al poder aislarse por estado
- El ganador del voto popular puede perder las elecciones
- Algunos votantes sienten que su voto individual tiene menos peso
- Los «estados pendulares» concentran demasiado poder
El sistema del Colegio Electoral resultó especialmente popular en los estados del sur, donde los esclavos, aunque no podían votar, se contaban como parte de la población, otorgando a estos estados una influencia considerable.
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En tanto, la historia ha demostrado que es posible ganar el Colegio Electoral perdiendo el voto popular nacional.
Este sistema ha producido resultados controvertidos en la historia reciente. En 2000, con Bush/Gore y 2016 con Trump/Clinton, tanto George W. Bush como Donald Trump ganaron la presidencia sin obtener la mayoría del voto popular nacional.
En 2020, aunque Joe Biden obtuvo más de 7 millones de votos populares de ventaja, su victoria en el Colegio Electoral se decidió por menos de 50.000 votos en estados clave.