Ciudad del Vaticano. El papa Francisco instó a “no olvidar” a los haitianos y pidió el “compromiso” de la comunidad internacional para “construir la paz y la reconciliación en el país”, al término del rezo dominical del Ángelus en el Vaticano.
“Estoy siguiendo la dramática situación en Haití, donde continúa la violencia contra la población, obligada a huir de sus hogares en busca de seguridad en otros lugares, dentro y fuera del país”, dijo el papa ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
“No olvidemos nunca a nuestros hermanos y hermanas haitianos”, rogó el pontífice al pedir “a todos que recen para que cese toda forma de violencia”.
Y también instó “a que con el compromiso de la comunidad internacional, sigamos trabajando para construir la paz y la reconciliación en el país, defendiendo siempre la dignidad y los derechos de todos”.
Al menos dos personas murieron este viernes en un ataque a la localidad de Arcahaie, en el Departamento de Oeste, por parte de una de las bandas armadas que siembran el terror en Haití, una semana después de que más de un centenar de personas perdieran la vida en un hecho similar contra el poblado de Pont Sondé.
Ese mismo día el presidente de Kenia, William Ruto, anunció en Nairobi junto el primer ministro de Haití, Garry Conille, que el próximo mes se efectuará el despliegue de otros 600 policías kenianos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) en Haití, donde ya hay más de 300.
Ambos mandatarios urgieron a la comunidad internacional a apoyar la MMAS y celebraron que el Consejo de Seguridad de la ONU decidiera a finales de septiembre extender el mandato de la misión por un año más, hasta octubre de 2025.
Los menores
Los niños y las niñas en Haití son víctimas de la violencia de las bandas armadas en medio de la impunidad de sus autores, denunció Amnistía Internacional (AI), que subrayó la necesidad de recursos para prevenir y hacer frente a estas situaciones.
La directora para las Américas de esta organización de defensa de los derechos humanos, Ana Piquer, afirmó que “la violencia en Haití es devastadora y los niños y niñas haitianas están pagando el precio”. “Hemos documentado historias desgarradoras de niños y niñas obligadas a trabajar para las bandas armadas: desde hacer entregas hasta recopilar información y realizar tareas domésticas bajo amenazas de violencia. Además, las niñas han sido sometidas a violación y violencia sexual”, indicó.
Cumplimiento pleno del embargo de armas
Mientras la Oficina de Derechos Humanos de la ONU reclamó el cumplimiento pleno del embargo de armas para frenar los suministros que reciben las bandas criminales en Haití, una decisión adoptada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“Las armas y las municiones no se fabrican en Haití, vienen de empresas de otros lugares”, afirmó el alto comisionado para los derechos humanos, Volker Türk.