Ciudad del Vaticano.- En el marco de la peregrinación jubilar de los Misioneros de la Misericordia, el Papa Francisco dirigió un mensaje especial a los sacerdotes participantes, reconociendo su labor y alentándolos a seguir siendo testigos del amor infinito de Dios.
La peregrinación, que se lleva a cabo del 28 al 30 de marzo, reúne a numerosos misioneros con el propósito de fortalecer su vocación y misión en la Iglesia.
En su mensaje, el Pontífice destacó la importancia del ministerio de los confesores, instándolos a escuchar con atención, acoger con generosidad y acompañar con perseverancia a quienes buscan regresar al Señor. Subrayó que su servicio refleja el rostro paterno de Dios, quien llama a la conversión y ofrece constantemente su perdón.
“El mundo necesita testigos auténticos de la misericordia, sacerdotes que no solo absuelvan pecados, sino que también sean guías espirituales, ayudando a quienes desean renovar su vida”, expresó el Papa.
La importancia de la Misericordia en la Iglesia
El Papa Francisco ha enfatizado en numerosas ocasiones que la misericordia es el corazón del Evangelio y el pilar fundamental de la misión de la Iglesia. Durante el Jubileo de la Misericordia, instituyó la figura de los Misioneros de la Misericordia con el propósito de que estos sacerdotes fueran signos vivos de la compasión de Dios. Desde entonces, su labor se ha extendido por todo el mundo, llevando reconciliación y esperanza a innumerables fieles.
Un encuentro de fe y renovación espiritual
La peregrinación jubilar ha servido como un espacio de reflexión y formación para los misioneros, brindándoles la oportunidad de compartir experiencias y fortalecer su vocación. Durante estos días, han participado en encuentros de oración, conferencias y momentos de adoración, renovando su compromiso con la misión de ser instrumentos de la misericordia divina.
Además, el evento ha sido una ocasión para reforzar la importancia del sacramento de la reconciliación, promoviendo una pastoral de acogida que invite a los fieles a experimentar el amor de Dios a través del perdón.
