Naciones Unidas.- El Consejo de Seguridad de la ONU expresó este miércoles su preocupación por el riesgo de que la ofensiva turca en el norte de Siria deje en libertad a terroristas del Estado Islámico (EI) y empeore la situación humanitaria en la zona.
El breve mensaje, pactado por los quince países del Consejo de Seguridad, es el primer pronunciamiento oficial del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas desde el inicio de la operación de Turquía contra milicias kurdas en territorio sirio.
La declaración fue leída ante los periodistas por el presidente de turno del Consejo, el sudafricano Jerry Matjila, al término de una reunión a puerta cerrada para analizar la situación.
“El Consejo expresó profunda preocupación por el riesgo de dispersión de terroristas de grupos sancionados por la ONU, incluyendo el EI, y también está muy preocupado por el riesgo de un mayor deterioro de la situación humanitaria en Siria”, dijo Matjila.
Los quince países ya se habían reunido de urgencia la semana pasada, al día siguiente del inicio de la ofensiva, pero en aquel momento no lograron pactar ningún tipo de declaración.
En los últimos días, sin embargo, varios miembros del Consejo de Seguridad como Estados Unidos han ido endureciendo su postura frente a la intervención turca, muy criticada desde el primer momento por los miembros de la Unión Europea.
A título individual, EE.UU. volvió a exigir este miércoles un alto el fuego “inmediato”, algo que buscarán lograr en una visita a Turquía el vicepresidente, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
“La ofensiva militar de Turquía en el noreste de Siria está minando la campaña para derrotar al EI, poniendo en peligro a civiles inocentes y amenazando la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”, dijo a los periodistas la embajadora estadounidense ante la ONU, Kelly Craft.
La diplomático subrayó que EE.UU. ha dejado claro a Turquía que cualquier acción que viole la ley internacional humanitaria es “inaceptable”, lo que incluiría ataques contra la población kurda o contra minorías religiosas como los cristianos.
“Los funcionarios e individuos responsables de abusos de los derechos humanos deben rendir cuentas”, insistió Craft.
El pasado lunes, EE.UU. ya sancionó a tres ministros del Gobierno de Turquía por su responsabilidad en las operaciones militares en el norte de Siria.
Turquía lanzó su ataque contra las milicias kurdas, que considera terroristas, el pasado 9 de octubre, después de que EE.UU. anunciara la retirada de sus soldados del territorio sirio, donde habían cooperado con los kurdos en la lucha contra el EI.
Mientras, los países de la UE dijeron que “lamentan profundamente” que Turquía no haya respondido a los repetidos llamamientos del bloque a detener la iniciativa.
“Se necesitan urgentemente esfuerzos continuados de la comunidad internacional, incluyendo aquí en el Consejo de Seguridad de la ONU, para detener esta acción militar unilateral”, avisó el embajador alemán, Christoph Heusgen, en una declaración ante los periodistas en nombre de los países europeos del Consejo.
Rusia, el gran aliado de Damasco, no ha condenado la ofensiva y aseguró que la posibilidad de que el Consejo llamase oficialmente a detenerla ni siquiera se discutió en la reunión.
“El presidente (Vladímir) Putin está en contacto continuo con el presidente (Recep Tayyip) Erdogan”, dijo a los periodistas el embajador ruso, Vasili Nebenzia.
Nebenzia dijo que Moscú entiende “las preocupaciones de seguridad nacional” de Ankara y destacó que Turquía ha prometido que “respetará la soberanía y la integridad territorial de Siria”, pero insistió en que su operación debe ser “proporcional”.