Washington, DC. Estados Unidos accedió ayer viernes a levantar los aranceles que impuso hace un año al acero y el aluminio de México y Canadá, una concesión con la que Washington quiere acelerar la ratificación del acuerdo comercial T-MEC entre los tres países.
La Casa Blanca tomó la decisión después de meses de presión de Canadá y México, que se resistían a que sus parlamentos dieran el visto bueno a la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte mientras siguieran en vigor los gravámenes a sus metales.
“Acabamos de alcanzar un acuerdo con Canadá y México, y venderemos nuestros productos a esos países sin la imposición de aranceles”, anunció Trump durante un discurso ante una conferencia de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de EE.UU.
“Espero que el Congreso (estadounidense) apruebe pronto el T-MEC”, añadió Trump.
Poco antes, Estados Unidos y Canadá habían difundido un comunicado conjunto en el que revelaban que Washington eliminaría, en un plazo de dos días, los aranceles del 10% al aluminio y el 25% al acero canadienses que impuso en mayo de 2018.
A cambio, Canadá se comprometió a retirar las represalias comerciales con las que respondió a esos aranceles, valoradas en 16,000 millones de dólares.
La Presidencia de México detalló después que el acero y aluminio mexicanos también quedarán “sin cuotas”, y a cambio ese país se comprometió a “eliminar todos los aranceles que impuso como represalia por las medidas adoptadas” por Washington.
El Gobierno mexicano había impuesto aranceles de entre el 15 y el 25 % a productos de acero y agropecuarios de Estados Unidos como respuesta a la medida de Trump, que todavía afecta al acero y el aluminio procedente de la Unión Europea (UE), China y otros países.
Japón espera que EEUU no grave sus vehículos
Japón confía en que EEUU no aplicará limitaciones a la importación de automóviles nipones, en medio de las fricciones entre ambos países durante sus negociaciones para alcanzar un futuro acuerdo comercial. Washington condiciona la firma del acuerdo a que el flujo comercial automotriz entre ambas potencias aumente la producción y los empleos en EEUU.