Hasta 450.000 personas en Estados Unidos están en observación debido a una alergia a la carne potencialmente mortal asociada a las garrapatas que se desencadena al comer carne roja, según datos sanitarios federales de ese país.
Se trata del síndrome alfa-gal, a veces conocido como alergia a la carne roja. Se produce cuando una garrapata pica a una persona e inyecta una molécula de azúcar que se encuentra en su saliva. En algunas personas, ese azúcar provoca una reacción alérgica, que puede desencadenarse aún más al comer carne roja, incluida la de vacuno, cerdo y cordero, porque la carne también contiene el azúcar, conocido como alfa-gal.
Otros productos alimenticios procedentes de mamíferos, como la leche de vaca, otros productos lácteos y la gelatina, también pueden provocar reacciones alérgicas. Las reacciones pueden ser leves, como urticaria y erupciones cutáneas con picor. Pero, en algún casos, los efectos llegan a la dificultad para respirar y bajadas de tensión. (El alfa-gal no se encuentra en peces, reptiles, aves ni personas).
Aparte de evitar esos alimentos y productos, no existe tratamiento ni cura.
La garrapata que produce la alergia a la carne
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos cada vez hay más pruebas que relacionan esta alergia a la carne con con la garrapata estrella solitaria. Se trata de un tipo de garrapata muy agresiva que se encuentra en el este del EEUU, pero es más común en el sur.
La garrapata estrella solitaria -la hembra adulta tiene un punto blanco o “estrella solitaria” en la espalda- también transmite varias otras enfermedades. Entre ellas la recientemente identificada como enfermedad por el virus Heartland, que puede provocar fiebre, fatiga y, en los casos más graves, hospitalización y muerte, según los CDC.
Según los expertos, los veranos más largos, el aumento de las temperaturas y la expansión de especies como la garrapata estrella solitaria aumentan las probabilidades de exposición humana a patógenos en una zona geográfica más extensa.
¿Cómo se manifiesta la enfermedad?
A diferencia de muchas afecciones alérgicas que suelen manifestarse con rapidez, los síntomas del alga-gal o la alergia a la carne roja no suelen aparecer hasta pasadas entre dos y seis horas después de comer, según investigadores y médicos.
El caso típico es el de alguien que cena mucho e incluye alguna versión de carne roja. “A menudo, cuanto más grasa tenga la carne, más probabilidades hay de que se produzca una reacción”, dijo Scott Commins, alergólogo e inmunólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
“Así que la hamburguesa o el filete entreverado son el tipo de cosas comúnes. Terminan de cenar, sin síntomas, se van a la cama y luego se despiertan en mitad de la noche con picores y urticaria y a menudo también estrés gastrointestinal”, dijo Commins.
El ejercicio y el alcohol empeoran las alergias alimentarias, añadió. No es infrecuente que las personas con reacciones graves informen de que también tomaron un vaso o dos de vino y un bol de helado.
¿Dónde hay más casos de la alergia a la carne?
A partir de los datos de las pruebas de laboratorio, los investigadores hallaron casos sospechosos predominantemente en zonas donde se sabe que la garrapata estrella solitaria está establecida o se ha informado de su presencia. En el sur, el medio oeste y la región atlántica central, en particular Arkansas, Kentucky y Misuri.
El mayor número de casos sospechosos se detectó en Nueva York y Virginia. Asimismo, el condado de Suffolk, en Nueva York, representó por sí solo el 4% de todos los casos sospechosos del país, según los CDC.
En dos informes publicados el último jueves, los investigadores de los CDC proporcionaron la primera estimación nacional de la distribución geográfica y la magnitud de esta afección emergente. Entre 2010 y 2022, hubo más de 110.000 casos sospechosos de síndrome alfa-gal, según uno de los informes. Eso incluye datos de pruebas de un laboratorio que fue el principal laboratorio comercial responsable de casi todas las pruebas de este tipo en los Estados Unidos antes de 2022.
Pero los investigadores dicen que el número de personas que pueden haber sido afectadas es mucho mayor. Debido a que el diagnóstico requiere una prueba positiva y un examen clínico, muchas personas que podrían tener la afección pueden no hacerse la prueba porque no tienen acceso a la atención médica. Los CDC estiman que hasta 450.000 personas podrían haberse visto afectadas por esta afección desde 2010, según las autoridades.