Washington, DC. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó ayer a Guatemala con “vetos, aranceles e impuestos a las remesas” debido a que, según dijo, el país centroamericano ha decidido romper un acuerdo inicial con Washington respecto a la conocida como política de un “tercer país seguro”.
“Guatemala, que ha estado formando caravanas y enviando grandes cantidades de gente a EE.UU., algunos de ellos con antecedentes criminales, ha decidido romper el acuerdo que tenían con nosotros para la firma del necesario Acuerdo de Tercer (País) Seguro”, aseguró el mandatario en su cuenta personal de Twitter.
Trump se refería a un nuevo procedimiento anunciado este mes por el Gobierno que consiste en establecer “países seguros”, en principio México y Guatemala, en los que los extranjeros que desean pedir asilo tienen que tramitar sus solicitudes si pasan por ellos para no ser rechazados a su llegada a Estados Unidos.
El gobernante aseguró en su mensaje que su Gobierno estaba preparado para “seguir adelante” con el acuerdo, pero que ahora está estudiando “vetos, aranceles e impuestos a las remesas” y que podría aplicar “todas” estas opciones.
Por último, Trump recordó que hace nueve meses suspendió la ayuda que Estados Unidos destinaba a Guatemala y que suponían una “gran” carga a los contribuyentes de su país.
Fue en marzo cuando el presidente Trump suspendió la asistencia estadounidense por unos 560 millones de dólares a Guatemala, Honduras y El Salvador acusando a los Gobiernos de esos países de no impedir el éxodo de sus ciudadanos hacia Estados Unidos.
El 15 de julio, Trump dispuso que el Departamento de Justicia y el DHS, que rechace conceder asilo a inmigrantes que no lo hubieran solicitado antes en un país por el que hubieran pasado antes de llegar a la frontera de EE.UU.
Remesas alcanzaron en 2018 US$9,300 millones
De acuerdo con un informe del Banco de Guatemala, las remesas de los inmigrantes guatemaltecos en Estados Unidos a sus familias alcanzaron a 9,300 millones de dólares en 2018. La Administración Trump ya había presionado en junio con medidas similares, aranceles y el cierre de la frontera sur del país, a México, que finalmente accedió a las demandas de la Casa Blanca.