NUEVA YORK.- Decenas de dominicanos residentes en esta ciudad exhortaron a sus connacionales seguir las orientaciones del hoy exitoso empresario mocano Carlos Gómez.
En documento de prensa, Miguel Antigua, Mildred Tavares, Julio Rodríguez, Isidro A. Torres, Wilson Madera, Teresa de Hernández y Rodolfo Gómez, entre otros, indican que el actual senador por la provincia Espaillat, al participar recientemente en el taller “Emprendimiento” ante profesionales, empresarios y propietarios de negocios en el Alto Manhattan, exhortó a los presentes:
“Hacer negocios con documentos sin importar la cercanía que tengan con otros, y que hagan los tratos por escrito para que no les pase lo que le pasó a él, que al llegar a NYC se fijó la meta de tener una bodega propia en dos años y lo logró”, pero con tropiezos.
Relató Gómez, que tuvo su primer fracaso porque sus socios aprovecharon que era menor de edad y debió ponerla a nombre de ellos, y cuando quiso ponerla a su nombre le dijeron que ellos también eran dueños y tuvo que pagarles para poder adquirir lo que era de él, precisó.
Ante esa situación, los quisqueyanos en la Gran Manzana sostienen que han visto y escuchado de muchos casos parecidos porque cuando han hecho algún tipo de “acuerdo”, “negocio” o “compromiso”, aparecen llamados “asesores” o más bien “entrometidos” que comienzan a opinar y asesorar, con un interés de fondo personal y hacen dañar o echar hacia atrás lo aprobado por ambas partes.
Recomiendan que cuando se produzca ese llamado “acuerdo”, “negocio” o “compromiso” traten de hacerlo con precisión, escrito, para tener constancia, sin comentarlo con nadie para que no aparezca un “avivato” o “mequetrefe” a opinar o hacer sugerencias.
Otras cosas que se deben tomar como guía del empresario, expresan los dominicanos, son las siguientes: “Todo lo que se haga o venda tienen que darle un valor agregado, y es importante que cuando se haga un negocio, siempre escuchen más de lo que hablen, escuchen las propuestas”.
Durante su charla Gómez especificó cuatro puntos que le han dado resultado y ha sido parte de su éxito. Primero, tener enfoque, porque con él logramos que el esfuerzo que hacemos se dirija hacia un solo objetivo y la falta de enfoque te llevará, tarde o temprano, a perder competitividad o poner en riesgo la inversión.
Segundo: Visualización, no pensando solamente en lo que se va a lograr; es necesario tener un por qué y un cómo para poder materializar aquello que se desea. Crear un plan de acción, ponerle mente y energía y, sobre todo, lograrlo.
Tercero: Compromiso, pero consigo mismo, porque al inmigrante muchas veces se le olvida “cuál fue la razón que lo trajo a este país” y para lograr las metas debe ser constante y con lo que se promete alcanzar.
Cuarto: Diviértete, siempre disfruta en todo lo que haga, hazlo con pasión.
“Con todos estos señalamientos del empresario, no solo los dominicanos, también de cualquier otra etnia, deben servir como tablas de consultas permanentes para que ningún “avivato”, “entrometido” o “tumba polvo” le haga fracasar negocios o acuerdos”, puntualizaron.