La Haya.- Varias ciudades neerlandesas, incluidas La Haya y Ámsterdam, fueron la noche de este domingo escenario de fuertes disturbios y batallas campales entre la Policía y los participantes en diferentes protestas contra la aplicación del toque de queda, en vigor por segundo día consecutivo.
Los choques con los agentes tuvieron lugar en varias ciudades neerlandesas -entre ellas La Haya, Tilburg, Ámsterdam, Venlo, Apeldoorn, Breda, Arnhem, Helmond o Stein- alrededor del inicio del toque de queda, que entra en vigor a las 21.00 hora local (20.00 GMT), hasta las 4.30 de la madrugada (03.30 GMT), lo que exigió la intervención de los antidisturbios en todos los puntos.
En La Haya, un grupo de más de un centenar de personas interrumpió el tráfico de tranvías y coches, lanzaron una moto a las vías y le prendieron fuego, para después echarle objetos y bicicletas, creando el caos en el barrio residencial de Schilderswijk, aunque la situación ya está bajo control y la policía ha desplegado decenas de agentes para mantener el vecindario vigilado durante la noche.
En las ciudades de Oosterhout y Breda, ambas en Brabante, diferentes grupos se dieron cita en las redes sociales para cometer actos de vandalismo en calles y edificios públicos, aunque la policía había advertido en Twitter de que “cualquiera que esté en la calle sin una declaración válida que justifique su razón de peso recibirá una multa”.
También hubo enfrentamientos en el centro de Helmond durante una protesta convocada contra el toque de queda y donde, según la policía municipal, “se reunieron unos 50 jóvenes, lanzaron fuegos artificiales y piedras a los agentes, y la policía antidisturbios está de camino para controlar al grupo”, señalan.
Este mismo escenario se está repitiendo en Venlo, Stein y Roermond, todas en la provincia de Limburgo, cerca de la frontera con Alemania, pero también en Enschede, un municipio de Overijssel; en Arnhem, en el este del país; y en Apeldoorn, en la zona centro.
En Wandelboslaan, de la provincia de Tilburg, la alcaldía declaró una situación de emergencia municipal porque los manifestantes lanzaron petardos y arrancaron señales de tráfico y un poste de la luz, protagonizando fuertes choques con los antidisturbios desplegados en la zona.
Durante la tarde de este domingo, al menos 55 personas fueron detenidas en la ciudad de Eindhoven durante una manifestación contra las restricciones impuestas por el coronavirus, en una jornada de violencia contra la policía que terminó con el saqueo de varias tiendas dentro y cerca de la estación central, e incluso en ataques con cuchillos a los agentes.
Según el director del sindicato de la Policía neerlandesa, Koen Simmers, hay temores entre los agentes a que los disturbios de este fin de semana solo sean “un presagio” de lo que les espera en los próximos días, aunque subrayó que “la policía está bien preparada para eso, pero esperemos -dijo- que no sea necesario”.
Según Simmers, la violencia registrada estos dos días “no se ha visto desde hace 40 años”, desde los choques con el movimiento de okupas en los ochenta.
“Le pido a la sociedad que respete las medidas, no es un capricho, no ataquen a la policía, no podemos evitar que no se apliquen estas reglas, y no es normal que se ataque a policías con armas mortales”, añadió a la televisión NOS. EFE