Santiago. La Asociación Dominicana de Profesores (ADP), seccional Santiago, consideró que el embargo financiero al sindicato de los maestros constituye un grave atentado al estado de derechos en un país civilizado y democrático.
Indican que con esta acción, Ángel Hernández, ministro de Educación, se coloca al margen de la ley y actúa como la mano ejecutora de los sectores de poder que se han dado a la tarea de destruir la gloriosa ADP.
“Estas pretensiones no pasarán, pues se trata de atentar contra una institución que, durante 54 años, ha logrado mejores condiciones de vida y de trabajo para los docentes y, de igual forma, ha mantenido el reclamo permanente de educación de calidad para los ciudadanos de la patria de Duarte”, apunta.
Además, agregan que imposibilitar al sindicato de hacer uso de sus recursos financieros a solo cuatro días de la fecha para las elecciones a las que está convocado el magisterio nacional confirma lo que ya habían denunciado.
“El señor Ángel Hernández, ministro de Educación, es la cara visible de los sectores de poder que pretenden destruir a la ADP”, puntualiza.
La ADP dice que se confirma, además, que las actuales autoridades siguen en la intención de mal administrar los recursos del 4% y de negar conquistas alcanzadas por la colectividad magisterial, como la Evaluación al Desempeño Docente.
Expresan que, además de ser un atentado contra la libertad sindical, la acción llevada a cabo por el ministro de Educación es una provocación a la dirección máxima de la ADP y un gran desafío al magisterio nacional.
Advierten que la provocación del ministro Ángel Hernández es una prueba de fuego que el gremio que agrupa a los educadores debe pasar con éxito. Para ello, expresan que es necesario actuar con firmeza, determinación y, al mismo tiempo, con astucia y sagacidad.
“La unidad y cohesión de la dirección del sindicato y toda su membresía son la garantía de poder pasar con éxito esta prueba, garantizando la permanencia del sindicato para la posteridad”, aduce Miguel Jorge, presidente de la ADP en Santiago.
Advierten que quienes atentan contra un activo social como la Asociación Dominicana de Profesores merecen el rechazo y repudio de toda la sociedad.