Damasco, 25 feb (EFE).- La conferencia del ‘Diálogo Nacional’ de Siria celebrada este martes para sentar las bases del futuro político del país tras el derrocamiento de Bachar al Asad pidió acelerar la formación de un Parlamento y de un comité constitucional para la fase de transición.
En la conferencia participaron “todos los sectores y segmentos de la sociedad”, según el comunicado final, aunque los principales grupos kurdos -que controlan de facto el noreste de Siria- denunciaron que fueron excluidos del proceso y condenaron la “falta de pluralidad” de las nuevas autoridades de Damasco.
Tras un día entero de deliberación, los participantes en el ‘Diálogo Nacional’ acordaron una veintena de puntos sobre los que se debe trabajar inmediatamente para iniciar el proceso transitorio en la Siria sin Al Asad, derrocado el pasado 8 de diciembre por una alianza islamista comandada por el ahora presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa.
Entre los puntos destacan “acelerar la formación del Consejo Legislativo interino”, un órgano que asumirá las funciones de un Parlamento durante este periodo, y formar un comité constitucional para “preparar un proyecto de Constitución permanente para el país”.
Esa nueva Carta Magna debe lograr “un equilibrio entre poderes”, consolidar “los valores de la justicia, libertad e igualdad” y establecer “un Estado de derecho”.
Otro de los puntos importantes es “preservar la unidad” de Siria, en un momento en el que Israel ocupa la zona desmilitarizada en la frontera y ha lanzado cientos de ataques contra territorio sirio desde la caída del anterior régimen.
En este sentido, el comunicado final rechaza “cualquier forma de fragmentación y división o renuncia a cualquier parte de la patria”.
Además, exige que el monopolio de las armas sea del Estado, con el objetivo de disolver las numerosas milicias y grupos armados que operan en el país desde el estallido de la guerra en 2011, y formar un “Ejército nacional profesional”.
Toda formación armada que no pertenezca al Estado será considerada como “grupo al margen de la ley”, según el comunicado, que no ofreció detalles ni especificó si esta designación afectaría a los grupos kurdosirios que gestionan la seguridad del noreste de Siria.
Derechos y libertades
Por otra parte, el comunicado pidió “fortalecer la libertad como valor supremo de la sociedad, como un gran logro cuyo precio fue pagado por el pueblo sirio con su sangre, y garantizar la libertad de opinión y de expresión”, unos derechos que estaban amenazados durante el más de medio siglo de la familia Al Asad en el poder.
Asimismo, insta a “respetar los derechos humanos, apoyar el papel de la mujer en todos los ámbitos, proteger los derechos de los niños, cuidar de las personas con necesidades especiales y activar el papel de la juventud en el Estado y la sociedad”, así como “rechazar las formas de discriminación por motivos de raza, religión o secta”.
El ‘Diálogo Nacional’ también pide trabajar para lograr “justicia transicional” y hacer rendir cuentas a los responsables de crímenes durante la guerra y el mandato de los Al Asad, además de reformar el sistema judicial para “restablecer los derechos” de los sirios.
En materia económica, recomendó intensificar los llamados a levantar las sanciones internacionales que pesan sobre Siria, a las que consideró “una carga directa” para los ciudadanos, ya que obstaculizan el proceso de reconstrucción y el retorno de los desplazados y los refugiados tras más de una década de conflicto.
Las nuevas autoridades sirias consideran que la redacción de una nueva Constitución y la celebración de elecciones puede llevar hasta tres o cuatro años, si bien prometieron formar -en marzo próximo- un Gobierno de transición integral que incluya las distintos grupos y confesiones de Siria, un país que incluye a árabes, asirios, kurdos, drusos, cristianos y musulmanes chiíes y suníes, entre otros. EFE