Jeff Fortenberry, un excongresista republicano de Nebraska, se enfrentó a cargos de mentir al FBI en relación con una investigación sobre donaciones ilegales de origen extranjero a su campaña.
La contribución de más de 30,000 dólares a su campaña de reelección en 2016 se originó en Gilbert Chagoury, un multimillonario de ascendencia francesa, libanesa y nigeriana, cuya participación en el financiamiento de campañas estaba prohibida por la ley de EE.UU. Este hecho desató una investigación federal que finalmente llevó a la condena de Fortenberry en 2022.
No obstante, tras la condena, un tribunal de apelaciones revocó la sentencia y dictaminó que el juicio no debía haberse llevado a cabo en Los Ángeles, sino en Kansas o Washington, D.C.
A pesar de la revocación, el Departamento de Justicia retomó el caso con miras a un nuevo juicio. Sin embargo, la victoria electoral de Donald Trump en 2024 cambió el rumbo de los acontecimientos.
Este miércoles, el Departamento de Justicia tomó la decisión de abandonar el proceso penal contra Fortenberry, lo que puso fin a uno de los casos legales más controvertidos que involucraron a un miembro del Partido Republicano en años recientes.
Fuentes cercanas al caso indicaron que esta acción forma parte de una revisión más amplia de la gestión de los casos que involucran a aliados políticos de Trump, quienes han argumentado que estos casos fueron políticamente motivados.
En un comunicado, un funcionario del Departamento de Justicia mencionó que la medida respondía a un esfuerzo por corregir lo que se percibió como un uso indebido de las herramientas judiciales con fines políticos, bajo la orden ejecutiva del presidente Trump.
Este tipo de medidas también incluyó la desestimación de cargos contra otros partidarios de Trump involucrados en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Contexto más amplio
El caso contra Fortenberry fue ampliamente criticado por figuras republicanas, incluido el propio Trump, quien calificó la investigación de injusta.
En un mitin en Nebraska, Trump afirmó que el proceso judicial representaba una “caza de brujas” en contra de Fortenberry, y condenó la militarización del sistema de justicia bajo la administración demócrata.
El mismo Trump, tras asumir la presidencia, ordenó la desestimación de cientos de casos contra los manifestantes del 6 de enero, lo que dejó claro que su administración pretendía corregir lo que consideraba abusos legales cometidos durante la presidencia de su predecesor.
Con la retirada de los cargos, Fortenberry y su familia se han mostrado aliviados, aunque las secuelas del proceso judicial y las tensiones políticas persisten.
El excongresista se refirió a este caso como un ejemplo de los intereses políticos detrás de la acusación, alegando que sus problemas judiciales surgieron debido a motivos ajenos a la ley y la justicia.
A pesar de todo, Fortenberry, quien renunció a su escaño en el Congreso poco después de su condena, ha expresado su esperanza de que esta decisión le permita volver a formar parte activa del futuro político de Estados Unidos.
Trump lo apoya
El expresidente Donald Trump, quien compartió sus pensamientos a través de su red social, Truth Social. Trump expresó su firme apoyo a Jeff Fortenberry, destacando que la decisión del Departamento de Justicia de retirar los cargos en su contra es una victoria frente a lo que él considera una “Caza de Brujas” orquestada por los demócratas de izquierda.
Según Trump, el caso fue políticamente motivado y las acusaciones en contra de Fortenberry eran completamente infundadas. El expresidente celebró el fin de este proceso y afirmó que ahora Fortenberry y su familia pueden continuar con sus vidas y ser parte del futuro de Estados Unidos, mientras se trabaja para “Hacer Grande a América Otra Vez”.
