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Beirut, 28 feb (EFE).- La reciente guerra en el Líbano ha tenido un impacto devastador en los niños del país, con efectos que perduran en la salud mental, nutrición y educación de la población infantil incluso después del alto el fuego declarado en noviembre de 2024, según un informe divulgado este viernes por UNICEF.
“La guerra ha tenido un impacto profundamente negativo en los niños, afectando casi todos los aspectos de sus vidas: su salud, educación y, en última instancia, su futuro”, señaló Akhil Iyer, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en el Líbano.
El conflicto obligó a miles de niños a abandonar sus hogares, dañó infraestructuras esenciales y dejó cicatrices físicas y emocionales en los más jóvenes, agregó sobre estos aspectos que recoge el informe de UNICEF.
Según una encuesta realizada en enero de 2025, el 72 % de los cuidadores afirmaron que sus hijos estaban ansiosos o nerviosos durante la guerra, y el 62 % reportaron síntomas de depresión o tristeza.
Aunque el 80 % de los cuidadores asegura que ha visto mejoras en la salud mental de sus hijos tras el alto el fuego, los efectos de las experiencias traumáticas prolongadas podrían tener repercusiones a largo plazo.
La nutrición de los niños también se ha visto gravemente afectada en las áreas de Baalbeck-Hermel y Bekaa, donde más de la mitad de los niños menores de 2 años sufren pobreza alimentaria severa, con un incremento notable respecto al año pasado.
Además, cerca del 30 % de los niños en todo el país no tienen suficiente acceso a alimentos, lo que pone en riesgo su desarrollo físico y cognitivo, de acuerdo con el documento de UNICEF.
La organización también estudió los efectos en el sistema educativo, el cual ya estaba debilitado por años de crisis económica, huelgas de maestros y el impacto de la covid-19.
“Más de 500,000 niños estaban fuera de la escuela antes del conflicto, y las escuelas que sobrevivieron a los ataques fueron utilizadas como refugios para los desplazados. A pesar del alto el fuego, más del 25 % de los niños aún no asisten a la escuela, y las barreras económicas impiden a muchas familias enviar a sus hijos a las aulas”, detalló UNICEF.
La encuesta también destaca que el 45 % de los hogares se vieron obligados a recortar el gasto en salud, y el 30 % en educación, para poder hacer frente a las necesidades básicas.
Además, el 31 % de los hogares no tiene suficiente agua potable, el 33 % carece de acceso a medicamentos necesarios para los niños y el 22 % no tiene calefacción para el invierno.
Ante este panorama, UNICEF hizo un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que brinde apoyo al Líbano en su proceso de recuperación, con una apelación de 658,2 millones de dólares para asistir a 2,4 millones de personas en todo el país.
“El momento para actuar es ahora. El Líbano necesita restaurar su infraestructura y servicios vitales para asegurar que los niños tengan un futuro”, concluyó Iyer. EFE