Redacción Internacional.– Nervios, emoción, esperanza. Con una mezcla de sentimientos, Latinoamérica comenzó este jueves el proceso de vacunación contra la covid-19 en México, Chile y Costa Rica, a lo que se sumó la llegada este mismo día de las primeras dosis a Argentina, que espera comenzar a aplicarlas la próxima semana.

Aunque Puerto Rico en su condición de estado libre asociado de EE.UU. ya ha inmunizado desde la semana pasada a miles de personas con las vacunas de Pfizer y, posteriormente, con las de la biotecnológica Moderna, México se convirtió oficialmente en el primer país de la región en recibir el medicamento y comenzar a utilizarlo.

“EL MEJOR REGALO” PARA 2020

“Estoy un poco nerviosa, pero muy feliz. La verdad es el mejor regalo que pude recibir en 2020. Me da seguridad para seguir al frente de esta guerra contra un enemigo invisible”, afirmó la enfermera María Irene Ramírez, la primera en su país en ser inoculada.

La vacunación de Ramírez, a quien le dolió “un poquito” como confesó risueña, y otras más fueron retransmitidas durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo país recibió la víspera las primeras 3.000 dosis enviadas por Pfizer directamente a América Latina.

La pandemia ha afectado a más de 1,35 millones de personas y se ha llevado al menos 120.000 vidas en México, cuarto país del mundo con mayor número de muertos.

“Estamos muy contentos, es una lluvia de emociones”, explicó a Efe mientras hacía la fila para ser vacunada Lucía Ledezma, quien lleva casi un año “lidiando con la incertidumbre, la angustia y el miedo” en su hospital.

Tras el personal sanitario, y a la espera de las 34,4 millones de vacunas de Pfizer, las 77,4 millones de la británica AstraZeneca y las 35 millones de la china CanSino compradas por el Gobierno, la vacunación “va a ser universal y gratuita” para los 130 millones de mexicanos de forma gradual entre febrero de 2021 y marzo de 2022, tal como garantizó López Obrador.

“UN MOMENTO DE ESPERANZA”

Acto seguido y en Sudamérica, “con emociones muy fuertes”, la enfermera Zulema Riquelme, del hospital de Puente Alto -uno de los barrios más humildes de Santiago-, siguió los pasos de sus colegas mexicanas y se convirtió en la persona con la que se inició el proceso de vacunación en Chile.

El inicio de la inmunización es un “momento de esperanza para todos los chilenos”, aseguró el presidente Sebastián Piñera.

Tras el primer lote de 10.000 dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech recibido esta mañana llegará otro igual la próxima semana y el proceso continuará con envíos periódicos hasta completar los 10 millones que tiene Chile reservados a este laboratorio, según explicó el mandatario.

La vacuna, gratuita y voluntaria, será aplicada primero a los adultos mayores y los enfermos crónicos, cerca de 5 millones de personas, durante el primer trimestre de 2021. El resto de la población, unos 15 millones de chilenos, la obtendrá durante el primer semestre.

En las últimas 24 horas, Chile volvió a registrar más de 2.000 casos nuevos, una tendencia al alza que comenzó hace 10 días con un incremento en los positivos, especialmente en la capital.

“EL MOMENTO MÁS OPORTUNO”

El turno también llegó este jueves a Costa Rica, en lo que las autoridades calificaron como el “inicio del camino” para terminar con una pandemia que está en el momento más crítico para el país, con la ocupación en cuidados intensivos críticos superior al 90 % y en cuidados intensivos severos por encima del 70 %.

Después de recibir la noche del miércoles las primeras 9.750 dosis de Pfizer y BioNTech, el Gobierno aplicó las primeras vacunas a Elizabeth Castillo, de 91 años, y George De Ford, de 72 años, del centro de larga estancia para ancianos Fundación Pro Personas Adultas Mayores, en la localidad de Tres Ríos, provincia de Cartago (centro).

“La vida es muy importante para mí”, dijo al Canal 13 Castillo, por lo que agregó que se siente “muy agradecida con Dios”, mientras que De Ford afirmó que la inyección “no dolió nada” e hizo un llamado a la población para que “se vacunen todos”.

El proceso iniciado hoy se estructuró en un orden progresivo con el que se pretende cubrir al 80 % de las personas mayores de 18 años y generar así la llamada “inmunidad de rebaño” y que, según las autoridades, será lento y se extenderá prácticamente durante todo 2021.

“Hoy se marca un hito, un inicio, pero falta mucho trayecto. Este es un excelente regalo que nos llega en el momento más oportuno”, afirmó el ministro de Salud, Daniel Salas, quien insistió en la necesidad de que la población mantenga las medidas preventivas, especialmente en Navidad y Año Nuevo.

“LA PANDEMIA NO PASÓ”

Por su parte, Argentina recibió su primera remesa de 300.000 dosis, procedentes en su caso de Rusia, como una especie de regalo navideño que el Gobierno busca empezar a “entregar” desde la próxima semana para aplacar una pandemia que deja ya más de 42.000 muertos y 1,56 millones de contagiados en el país.

Es “un día muy emotivo para todos y todas, para la mayoría de argentinos que queremos salir adelante”, afirmó el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, en una rueda de prensa en el aeropuerto internacional de Buenos Aires, adonde llegaron las primeras vacunas que Rusia exporta. “Esperamos que nuestra vacuna ayude a salvar vidas de millones de argentinos. Es segura y eficaz”, dijo el embajador ruso en Argentina, Dmitry Feoktistov.

Según el contrato entre los dos países, tras la de hoy se recibirá otra remesa de 5 millones de dosis en enero y 14,7 millones en febrero, con opción de ampliar en 5 millones más el pedido, a lo que se suman otros dos contratos para adquirir 22,4 millones de la británica AstraZeneca -que se aplicaría desde marzo- y 9 millones con la alianza internacional Covax, que depende de Naciones Unidas.

Sin embargo, la compra de la vacuna rusa generó una fuerte polémica en los últimos días, principalmente después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijera que aún no estaba preparada para aplicarse a mayores de 60 años, a lo que se suma el repunte de casos de las últimas semanas.

“Estamos muy preocupados”, sentenció hoy el ministro de Salud, Ginés González García, que añadió que con la llegada de la vacuna “la pandemia no pasó”, por lo que se hace “indispensable” preservar las medidas de cuidado. EFE

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