Productores de arroz aseguran estabilidad en precios y abastecimiento del mercado nacional,
Productores de arroz aseguran estabilidad en precios y abastecimiento del mercado nacional,

La Habana, 3 mar (EFE).- Cuba cosechó en 2024 unas 80.000 toneladas de arroz, apenas un 11 % de lo que consume anualmente y solo un 30 % de lo que producía seis años antes, según información publicada este lunes en el diario oficial Granma.

Los datos de este cultivo básico en la dieta cubana concuerdan con los de otras muchas producciones agrícolas que se han reducido drásticamente en los últimos cinco años de grave crisis económica en la isla, pese a la aprobación en 2022 de una ley de seguridad alimentaria.

La información explica que la producción nacional de arroz se había incrementado de forma gradual entre 2012 y 2018, cuando se alcanzaron las 304.000 toneladas (de las 700.000 que precisa anualmente el país), pero que desde entonces se había reducido “dramáticamente” por “la falta de insumos y de combustible para respaldar las plantaciones”.

“La actividad arrocera sufrió un decrecimiento considerable. Los niveles de siembra y producción fueron muy bajos”, aseguró al diario Orlando Linares Morell, presidente del Grupo Agrícola del Ministerio de la Agricultura (Minag).

Destaca también la caída de la productividad, según los datos de la información. Si en 2018 cada hectárea producía algo más de dos toneladas de arroz, en 2024 esa misma superficie producía la mitad: apenas una tonelada.

Para 2025, el Gobierno cubano prevé aumentar el área cultivada y mantener la productividad, para alcanzar unas 100.000 toneladas de arroz.

La caída de la producción en 2024 llevó al Gobierno cubano a importar el 100 % del arroz que ofrece a precios muy subvencionados en la libreta de abastacimiento (cartilla de racionamiento), algo que volverá a hacer este año, según Linares.

Esto contribuye al importante desembolso de divisas que tiene que realizar el Gobierno cubano, ya que importa en torno al 80 % de lo que el país consume, según datos de Naciones Unidas. Y la isla tiene dificultades para captar esas divisas por la caída del turismo y de las remesas.

Según datos que ha facilitado en distintas ocasiones el Ejecutivo, el Gobierno cubano dedica unos 1.600 millones de dólares al año a importar alimentos para la canasta básica de la libreta de abastecimiento y cerca de 2.000 millones a comprar fuera del país crudo y derivados.

La covid-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los errores en la política económica nacional han llevado a agravar los problemas estructurales de la economía cubana, que mantiene desequilibrios desde hace décadas.

Actualmente la isla sufre escasez de alimentos, medicinas, combustibles y efectivo, así como una inflación desbocada, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización que está generando tensiones económicas y sociales. En estas condiciones, Cuba vive un éxodo migratorio sin precedentes.

Posted in Internacionales

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas