San Juan. Un reporte federal publicado halló ayer que la escasez de personal y falta de empleados capacitados entorpeció la respuesta del Gobierno de Estados Unidos al huracán María, una tormenta que mató a casi 3,000 personas en Puerto Rico.
La Oficina de Rendición de Cuentas de Estados Unidos (GAO) dijo que 54% del personal federal de emergencias no estaba calificado para sus puestos en octubre de 2017, un mes después de que el huracán categoría 4 pasara por el territorio estadounidense. El reporte también estipula que hubo retos logísticos debido a la ubicación de Puerto Rico, y señaló que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) tuvo que asumir muchas responsabilidades del gobierno local dada la pérdida de electricidad y comunicación. Christopher Currie, director de asuntos de manejo de emergencias de la GAO, dijo en entrevista telefónica que la FEMA ya estaba presionada por la atención brindada a los huracanes Harvey e Irma, y los incendios de California.
“La respuesta en Florida, Texas y California fue lo que planeamos”, dijo. “En Puerto Rico, obviamente, fue una historia muy diferente”. La FEMA no previó que no contaría con el apoyo de funcionarios locales en Puerto Rico, los cuales, dijo, todavía no se recuperaban de los daños del huracán. Además, la red eléctrica quedó destruida, lo que significa que los funcionarios no comprendieron de inmediato la extensión del daño porque durante casi una semana no hubo comunicación. María golpeó la isla el 20 de septiembre y se calcula que ha causado más de 100,000 millones de dólares en daños.
“Una vez que se comprendió la escala, fue cuando la FEMA llamó al Departamento de Defensa. Dijeron, ‘Estamos saturados… Necesitamos ayuda”, dijo Currie.
El reporte también indicó que la FEMA carecía de suficientes empleados hispanoparlantes y que algunos no tenían la capacidad física para laborar en un medio ambiente “extremo o austero”.
Agencia busca mejorar respuesta
La FEMA dijo que el reporte de GAO retrata la complejidad de los desastres del año pasado y agregó que la agencia emitió su propio reporte en julio y ya ha hecho recomendaciones para mejorar. El reporte encontró en parte que subestimaron cuántas provisiones eran necesarias en Puerto Rico y qué tan difícil sería hacer llegar esas provisiones al territorio de EE.UU. después del huracán.