Buenos Aires. En un nuevo revés judicial, la expresidenta y actual senadora argentina Cristina Fernández y sus dos hijos afrontarán un juicio bajo la acusación de encabezar una “asociación ilícita” que ejecutó un esquema de lavado de activos de origen ilegal a través de negocios inmobiliarios.
El juez federal Julián Ercolini elevó a la instancia de juicio oral la causa en la que está imputada la exmandataria (2007-2015) y sus dos hijos, Máximo y Florencia Kirchner, además de varios empresarios cercanos a la senadora opositora, informó el miércoles la agencia oficial de noticias Télam y otros medios de prensa, varios de los cuales publicaron el contenido del fallo del magistrado.
El juzgado de Ercolini no confirmó la medida judicial a The Associated Press. En otras ocasiones, los fallos referidos a Fernández publicados por la prensa son difundidos posteriormente por el Centro de Información Judicial.
Gregorio Dalbón, allegado a la expresidenta y quien actúa como una suerte de portavoz, cuestionó en su cuenta de Twitter la medida de Ercolini y consideró que Fernández y sus hijos son víctimas de “persecución mediática y judicial”.
Próximamente se sorteará al tribunal federal que llevará a cabo el juicio en una fecha aún no determinada. Fernández, de 65 años, ya tiene a la vista un proceso oral que comenzará en febrero de 2019, derivado de otra causa, en el que afrontará la acusación de administración fraudulenta.
Ercolini dijo en su fallo que la exmandataria está acusada de haber ideado y ejecutado entre enero de 2009 y marzo de 2016 “un esquema de reciclaje de fondos de origen ilícito a través de la empresa Los Sauces SA por medio del cual se logró legitimar una porción de dinero de procedencia ilegítima”. El juez también involucró en este esquema al fallecido marido y antecesor de Fernández, Néstor Kirchner (2003-2007).
Ese dinero era canalizado por las compañías de los empresarios Lázaro Báez, Cristóbal López y Fabián De Souza -también procesados- “a través de la actividad inmobiliaria y hotelera desplegada” por Los Sauces.
Según el juez, Fernández junto con su marido y sus hijos habrían utilizado Los Sauces como “un mecanismo de reciclaje de fondos ilícitos”.