Goyang, Corea del Sur. La dos Coreas se comprometieron hoy a cooperar para establecer una “paz permanente” en la península, y a abrir conversaciones con Estados Unidos para firmar un tratado de paz definitivo que sustituya al armisticio entre Pyongyang y Seúl.
”El Norte y el Sur cooperarán activamente para establecer un sistema de paz permanente y estable en la península coreana”, señala la declaración conjunta firmada por el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, al término de la histórica cumbre celebrada hoy en la frontera militarizada.
Acordaron detener las hostilidades por “tierra, mar y aire” que puedan causar tensiones y enfrentamientos militares tras la primera reunión entre sus líderes en una localidad fronteriza.
Los países se comprometieron además a dejar de lanzar panfletos propagandísticos a través de la frontera.
Pyongyang y Seúl darán pasos para evitar los frecuentes enfrentamientos en torno a su frontera marítima occidental designando esa área como “zona de paz” y garantizando el trabajo seguro de los pescadores de ambos países.
Kim Jong-n regresó a Corea del Norte tras la cumbre en la que ambos también se comprometieron a eliminar las armas nucleares de la península coreana, pero sin proporcionar nuevas medidas específicas.
Mientras resonaba música pop, Kim y Moon se tomaron firmemente de las manos durante una espléndida ceremonia de despedida en el pueblo fronterizo de Panmunjom, mientras las fotos de su cumbre se proyectaban en una gran pantalla instalada frente al inmueble donde se reunieron. La cumbre era casi inconcebible hace apenas unos meses.