Washington, (EFE).- La búsqueda del sumergible Titán, que desapareció el pasado domingo mientras intentaba llegar a los restos del Titanic con 5 pasajeros a bordo, continúa este jueves pese a que, según los cálculos de la Guardia Costera, podría haberse quedado ya sin oxígeno.
El contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera, afirmó este jueves en una entrevista con NBC que la búsqueda y el rescate continúa con la llegada de “nueva capacidad”.
Pese a lo “particularmente complejo” de la misión, apuntó, “la voluntad de vivir de las personas también debe tenerse en cuenta”, por lo que se continuará “buscando y procediendo con los esfuerzos de rescate con nueva capacidad esta mañana”, afirmó.
Así, más embarcaciones de alta tecnología y personal médico se están trasladando al sitio de búsqueda, en unas horas críticas, pues el oxígeno del aparato podría haberse acabado, según los cálculos que ha estado ofreciendo la Guardia Costera.
El martes, el contralmirante de la Guardia Costera indicó que al sumergible solo le quedaban 40 horas de oxígeno, por lo que el límite era la mañana de este jueves. Además, la tripulación cuenta con raciones limitadas de comida.
En la mañana de hoy se han llevado a la zona vehículos dirigidos por control remoto (ROV) procedentes del barco canadiense Horizon Artic, que ya están en el fondo marino y se encuentran a la búsqueda del sumergible desaparecido, así como el ROV francés Victor 6000.
Perteneciente al instituto de Investigación francés Ifremer, ha llegado a la zona junto con un grupo de operadores de la base marítima de Toulón. Es capaz de alcanzar los 4.000 metros de profundidad.
Las luces y cámaras que tiene Victor 6000 a bordo permitirán que el equipo en la superficie del barco vea en tiempo real lo que hay en el fondo del océano y tiene dos brazos mecánicos capaces de retirar escombros.
Después de que un avión canadiense de patrulla marítima P3 detectara sonidos de origen desconocido, los equipos de rescate decidieron utilizar este tipo de vehículos robot para analizar el fondo marino.
Las operaciones tienen lugar a 900 millas -1.448 kilómetros- del cabo Cod (Massachussets, EE.UU.) y a 400 -unos 644 kilómetros- de San Juan de Terranova (Canadá).
Es un área que es dos veces la superficie del estado de Connecticut (EE.UU.), que es de 5.018 millas cuadradas (13.023 kilómetros cuadrados), y se desarrolla a 2,5 millas de profundidad (unos 4 kilómetros).
En la búsqueda participan efectivos y recursos de EE.UU., Canadá, Francia y el Reino Unido, con aviones, embarcaciones y drones submarinos.