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En 2024, el régimen de Bashar al-Assad, hijo de Hafez al-Assad, ha llegado a su fin, tras una serie de victorias por parte de los grupos rebeldes que, sin la intervención de Rusia ni Irán, han tomado el control de Damasco y otras ciudades clave. 

Este colapso marca el cierre de un capítulo oscuro en la historia de Siria, caracterizado por la brutalidad, el control absoluto y la guerra civil que ha arrasado al país durante más de una década.

La familia Al-Assad alcanzó el poder en 1971 cuando Hafez al-Assad, padre de Bashar, tomó el control mediante un golpe de Estado. 

Desde ese momento, Hafez comenzó a consolidar un sistema autoritario, distribuyendo cargos clave en el ejército, los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad entre miembros de su familia y aliados cercanos. 

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Esta estrategia de poder familiar y militar garantizó un control absoluto sobre el país, consolidando el régimen durante casi tres décadas.

La matanza de hama de 1982

Este fue uno de los momentos más oscuros de la dictadura de Hafez, cuando miles de personas fueron asesinadas durante una revuelta de los Hermanos Musulmanes. 

Este acto de represión violenta dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de Siria.

Años más tarde, en 1999, Hafez al-Assad se reeligió con un 99,9% de apoyo, una cifra que reflejaba la falta de pluralidad política en el país. 

Sin embargo, la muerte repentina de su hijo mayor, Bassel, en un accidente de tráfico en 1994, obligó a Hafez a replantearse la sucesión. 

Fue entonces cuando Bashar, quien hasta ese momento era un joven médico en Londres, se preparó para tomar el mando tras el fallecimiento de su padre en el año 2000.

La transición de Bashar al-Assad

Bashar al-Assad no estaba destinado inicialmente a suceder a su padre. 

Con una formación en oftalmología en Londres y alejado de la política, Bashar era conocido por su perfil discreto y su vida en Occidente

Sin embargo, la muerte de Bassel cambió el curso de su vida, y a partir de ese momento, comenzó a prepararse para asumir el poder.

El ascenso de Bashar al poder se produjo en medio de una serie de reformas que inicialmente generaron expectativas de cambio. 

Prometió una Siria más moderna, abierta y democrática. No obstante, tras un breve período de apertura política conocido como la Primavera de Damasco, el régimen de Bashar regresó a sus prácticas autoritarias, persiguiendo a la oposición y restringiendo las libertades. 

Su esposa, Asma al-Akhras, también jugó un papel en la imagen modernizadora del régimen, pero las promesas de reformas pronto se desmoronaron.

La Guerra Civil Siria

En 2011, la situación en Siria cambió drásticamente cuando las protestas inspiradas por la Primavera Árabe estallaron en varias ciudades del país. 

En un principio, las demandas de los manifestantes eran de mayor libertad y democracia, pero el gobierno de Bashar al-Assad respondió con una violencia brutal. 

Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes, y en pocos meses, las protestas se transformaron en una guerra civil a gran escala.

La intervención de actores internacionales complicó aún más el conflicto. Rusia e Irán se convirtieron en aliados clave de Bashar al-Assad, proporcionando apoyo militar y estratégico. 

Mientras tanto, potencias occidentales y países del Golfo Pérsico apoyaron a los grupos rebeldes, que incluían desde facciones moderadas hasta grupos islamistas y extremistas. 

La guerra civil, que ha durado más de 13 años, ha causado más de 600,000 muertes y desplazado a millones de sirios.

El papel de Rusia e Irán

A pesar de la presión internacional, el régimen de Bashar al-Assad resistió gracias a la intervención militar de Rusia en 2015

Este apoyo, combinado con la presencia de fuerzas iraníes y milicias aliadas, permitió a Assad recuperar territorio y evitar su caída total. 

No obstante, la guerra nunca terminó, y el país continuó dividido entre las fuerzas gubernamentales, los rebeldes y los grupos kurdos, mientras la población siria sufría las consecuencias de un conflicto interminable.

En 2023, con el regreso a la escena diplomática de Siria y la reincorporación al bloque árabe, muchos vieron la posible estabilización del régimen de Assad. 

Sin embargo, el panorama cambió en octubre de 2023, cuando los rebeldes sirios, aprovechando la debilidad de los aliados de Assad debido a la guerra en Gaza, lanzaron una ofensiva que rápidamente ganó terreno.

La caída de Bashar al-Assad

En la madrugada del 8 de diciembre de 2024, los grupos rebeldes anunciaron la caída total del régimen de Bashar al-Assad. 

Damasco y otras ciudades clave cayeron bajo el control de los insurgentes, mientras que el presidente huyó en un avión privado, poniendo fin a más de 50 años de control absoluto de la familia Al-Assad.

La huida de Assad marca el fin de un régimen autoritario que, durante más de medio siglo, ha gobernado Siria con mano de hierro. 

Sin embargo, la diversidad de los grupos rebeldes y sus diferencias políticas podría complicar el proceso de transición.

Posted in Internacionales

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