Ginebra. La décima y probablemente última ronda de negociaciones para lograr un tratado o convención que prepare mejor al mundo contra futuras pandemias comenzó en el seno de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún con incertidumbre sobre si los Estados miembros lograrán finalmente alcanzar un consenso.
La nueva ronda, que está prevista que se prolongue hasta el 10 de mayo, es seguramente la última oportunidad de limar diferencias entre los Estados miembros antes de la asamblea anual de la OMS, del 27 de mayo al 1 de junio, que la agencia sanitaria de la ONU quiere culminar con la firma de un acuerdo con significado histórico. Los desacuerdos en las negociaciones, según entidades observadoras, giran en temas como el acceso global a vacunas, tratamientos y otras herramientas, un problema que ya se evidenció durante la pandemia de covid-19 por la mayor lentitud en la llegada de éstas a muchas regiones en desarrollo y las discusiones en torno a las patentes.
Uno de los observadores, la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi, galardonada el pasado año con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional), subraya que los gobiernos deben tener más voz en la distribución justa de esos fármacos, dado que en muchos casos se investigan con financiación pública, como ocurrió con las vacunas anticovid.
“Es vital que los gobiernos condicionen sus inversiones a la garantía de un acceso equitativo a fármacos, diagnósticos y productos preventivos”, subrayó en una reciente rueda de prensa para comentar las negociaciones la directora de promoción de políticas de DNDi, Michelle Childs.
Médicos Sin Fronteras (MSF), también observador de las negociaciones, alerta de que el actual borrador de tratado que se debate contiene muy limitadas obligaciones en materia de transferencia de tecnología para la investigación de fármacos antipandemias.