Washington, DC. El ícono de la música country Willie Nelson invitó al presidente Donald Trump a reunirse con él en uno de los centros de detención en la frontera Estados Unidos-México para entender mejor lo que sucede con la separación de padres inmigrantes de sus hijos.
Su llamado es el intento más reciente de un famoso por poner fin a la política del gobierno de separar familias en los cruces fronterizos.
Las separaciones derivan de una política que entrega a quienes intentan ingresar al país de manera ilegal a la justicia criminal. El presidente Trump ha defendido la política, que ha separado a casi 2,000 niños inmigrantes de sus padres.
John Legend y su esposa Chrissy Teigen donaron un millón de dólares a la American Civil Liberties Union. Ellen DeGeneres tuiteó un enlace a grupos que luchan contra esta política. Y Kate Walsh exhortó a los críticos a que llamen a sus senadores y exijan un cambio.
Estrellas como Reese Witherspoon, Mindy Kaling, Alyssa Milano, Mark Hamill, Lin-Manuel Miranda, Judd Apatow, Kumail Nanjiani, Piper Perabo y Common la han criticado. Oprah Winfrey escribió a sus 42,7 millones de seguidores: “Bebés arrancados de sus padres. ¡No puedo tolerarlo!”.
En un comunicado a Rolling Stone la semana pasada, Willie Nelson fue aún más crítico al decir que “los cristianos en todas partes deben estar indignados”. Citó la letra de la canción “Living in the Promiseland” (Viviendo en la tierra prometida), de su álbum de 1986 “The Promiseland”.
Jennifer Nettles, otra artista country, tuiteó el martes: “Hablando de fronteras, sí creo que la gente amorosa sabe que a pesar de las políticas, hay algunas líneas que no se cruzan. Proteger a los niños parece ser una en la que todos podemos estar de acuerdo”.
Tony Kushner calificó la política migratoria como “monstruosa”.
Trump y legisladores buscan salida a la crisis
El presidente Donald Trump y legisladores republicanos se reunieron ayer para buscar una forma de poner fin a la política de separar a las familias que cruzan la frontera sin autorización, y se enfocaron en un plan para mantener a los niños detenidos un mayor tiempo del que ahora está permitido, pero con sus padres. “Tuvimos una gran reunión”, dijo el mandatario al salir.