Washington La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó la apertura de un nuevo juicio político contra el presidente saliente, Donald Trump, en esta ocasión bajo la acusación de “incitación a la insurrección” por el asalto de la semana pasada al Capitolio.
En una semana de sucesión de jornadas históricas en Washington, la Cámara Baja vivió otra más en la que confirmó lo prometido y abrió formalmente el segundo proceso de enjuiciamiento político a Trump. Con esto Trump se convirtió en el primer presidente en los más de 200 años de existencia de EE.UU. que es enjuiciado políticamente en dos ocasiones. La votación salió adelante gracias a la mayoría demócrata, aunque se sumaron diez legisladores republicanos, quienes reconocieron que la actuación del mandatario respecto al asalto al Capitolio el pasado miércoles no estuvo a la altura de las exigencias del cargo de presidente.
El proceso iniciado en la Cámara Baja promete obligar al Senado -ahora en receso- a someter a Trump a un juicio político que se desarrollará cuando el presidente electo, el demócrata Joe Biden, ya esté en el poder, y que por tanto no tendrá como principal objetivo la destitución del mandatario, sino su posible inhabilitación para ejercer futuros cargos políticos.
Washington volvió a mostrar imágenes impensables para la capital de EE.UU., como fueron las de los legisladores por los pasillos del Legislativo entre docenas de miembros de la Guardia Nacional tumbados descansando en los fríos suelos de mármol del Capitolio como parte del masivo dispositivo de seguridad.
En su contundente intervención de apertura del debate, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, subrayó que Trump “debe irse” ya que es “un peligro claro y presente”.
“Sabemos que el presidente de EE.UU. incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos”, sostuvo Pelosi en el pleno de la Cámara.
Por su parte, la mayoría de la bancada de legisladores republicanos se opuso a la medida bajo el argumento de que el juicio político contra Trump solo contribuye a avivar las llamas de la “división” en los difíciles momentos que atraviesa el país.
“Este no es el camino si queremos recuperar la unidad. Es momento de buscar la curación. Paremos este juicio político”, replicó Jeff van Drew, legislador republicano por Nueva Jersey.
Durante las intervenciones, Trump emitió un comunicado, una tradicional herramienta a la que tuvo que recurrir dado su suspensión de las redes sociales, en el que pidió a sus seguidores no incurrir en “violencia” ante las múltiples informaciones que apuntan a nuevas concentraciones armadas antes de la investidura, dentro de una semana, del mandatario electo, Joe Biden. “Ante las informaciones sobre nuevas manifestaciones, urjo a que no debe haber NADA de violencia, NADA de romper la ley y NINGÚN vandalismo de ningún tipo”, dijo Trump en la breve nota difundida por la Casa Blanca. Su nuevo mensaje llega dos días después de que el Buró Federal de Investigación (FBI) advirtiera de que seguidores radicales de Trump planean “protestas armadas” en los 50 estados del país entre el día 16 y el 20, cuando tomará posesión Biden. Trump ha mandado mensajes contradictorios sobre el asalto de sus seguidores al Capitolio: durante el ataque les describió como “gente muy especial”, pero después intentó distanciarse de ellos y condenar la violencia.
El centro de Washington, militarizado
Estados Unidos vive una tensión política sin precedentes recientes después del violento asalto al Capitolio de la pasada semana por una turba de seguidores de Trump, que dejó cinco muertos.
El mandatario saliente ha criticado el nuevo juicio político en su contra como algo “absolutamente ridículo” y “una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política”.
Todo ello a menos de una semana de que se lleve a cabo la ceremonia formal de traspaso de poder, prevista para el 20 de enero, en la que el demócrata Joe Biden asumirá la Presidencia.
En una muestra de la creciente preocupación, la popular plataforma digital de alquileres vacacionales Airbnb anunció y la “cancelación” de todas las reservas en el área de Washington durante la próxima semana para evitar la llegada de grupos de odio a la capital estadounidense. Las autoridades han efectuado ya un enorme despliegue policial en Washington, con más de 10,000 efectivos, y levantando vallas en torno al Capitolio, en cuyas escalinatas se llevará a cabo la ceremonia de investidura, para evitar las escenas de la caótica jornada del pasado miércoles que dieron la vuelta al mundo.
Veredicto no llegará antes de que deje el cargo
El líder de la mayoría republicana del Senado de EE.UU., Mitch McConnell, anticipó que no hay posibilidad de celebrar un “juicio justo o serio” antes de que el actual presidente, Donald Trump, deje el cargo la próxima semana, por lo que llamó a enfocarse en una “transición ordenada del poder”.
“Dadas las reglas, procedimientos y precedentes del Senado que rigen los juicios de destitución presidencial, simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo o serio pueda concluir antes de que el presidente electo (Joe) Biden preste juramento la próxima semana”, señaló el poderoso senador en un comunicado.
McConnell ilustró que el Senado ha celebrado tres juicios de destitución presidencial: “Han durado 83, 37 y 21 días, respectivamente”. “Incluso si el proceso del Senado comenzara esta semana y avanzara rápidamente, no se alcanzaría un veredicto final hasta después de que el presidente Trump dejara el cargo”, sentenció McConnell, al aclarar que “esta no es una decisión”, “es un hecho”.
De igual forma, confirmó que el juicio comenzará en la primera reunión ordinaria del Senado, que está de receso hasta el 19 de enero, “después de recibir el artículo de la Cámara de Representantes”.