Brasilia. Los líderes de Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica clausuraron ayer la Cumbre anual del foro BRICS y expresaron su preocupación por todos los grandes conflictos que hay en el mundo, aunque ignoraron por completo a Latinoamérica.
La “Declaración de Brasilia”, de 73 puntos y que recoge todas las conclusiones de la Cumbre, se refiere a los conflictos de Siria, Oriente Medio, la península coreana, Afganistán, Libia y diversas regiones de África, pero no tiene una sola mención a la situación de América Latina, región sacudida por una convulsa ola de protestas.
Los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping, y Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; así como el primer ministro de India, Narendra Modi, lamentaron en términos generales las “persistentes amenazas a la paz y la seguridad mundial” y se comprometieron a enfrentarlas “de acuerdo a la Carta de la ONU”.
Pero pese que tanto Brasil como Rusia y China tienen grandes intereses en Venezuela o en Bolivia, donde la crisis postelectoral condujo incluso a la renuncia del presidente Evo Morales, la región no tuvo espacio en los apartados políticos de la declaración. En particular, la situación boliviana sí estuvo en los pasillos de la cumbre, tanto en boca de diplomáticos como en declaraciones del Kremlin y del Gobierno brasileño, que reconocieron de inmediato a la senadora Jeanine Áñez como nueva presidenta de ese país.
En el caso de Rusia, el reconocimiento fue expresado por el vicecanciller Serguéi Riabkov, quien aclaró que, aun así, el Kremlin considera que “lo que precedió al cambio de poder” equivalió a “un golpe de Estado”, calificación que Brasil rechaza “enteramente”, según el Gobierno de Bolsonaro. Los cinco países, que concentran cerca del 40 % del comercio del planeta, también enfatizaron su defensa del multilateralismo y su rechazo a las prácticas proteccionistas.
Ampliar el Nuevo Banco de Desarrollo
En la jornada de clausura de la cumbre, también se formalizó la intención de ampliar las actividades y el número de socios del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), fundado por los BRICS en 2014, aunque sin establecer plazos ni metas. “La expansión de los miembros del NBD” fortalecerá al banco como “institución global de financiación del desarrollo”.