San Francisco. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo de China, Xi Jinping, reafirmaron su deseo de tener una conversación “franca”, al participar en una reunión cerca de San Francisco, el primer intercambio que tienen desde hace un año.
Biden fue el primero en intervenir para dar la bienvenida a Xi, en su primer viaje a EE.UU. desde 2017 y quien acudió al encuentro acompañado de miembros de su gobierno que se sentaron frente a la delegación estadounidense en una mesa rectangular.
“No siempre hemos estado de acuerdo, lo que no es una sorpresa para nadie, pero nuestras reuniones siempre han sido francas, directas y útiles”, empezó Biden, considerando que es de “suma importancia” que haya contacto directo entre las dos potencias.
El encuentro, que tiene lugar un día antes de que empiece la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, es el primero en un año entre los dos líderes después del que mantuvieron durante unas tres horas en noviembre de 2022 en Bali (Indonesia) en paralelo al G20. Los dos líderes no han mantenido ningún tipo de comunicación formal, ni siquiera una llamada telefónica, desde Bali.
De líder a líder
Ante esa situación, Biden aprovechó para enfatizar que es crucial que él y Xi puedan comunicarse “de líder a líder” sin “malas comunicaciones o malentendidos”.
“Debemos asegurarnos de que la competencia no se desvía hacia el conflicto. Siempre tendremos que gestionar la competencia de manera responsable. Eso es lo que Estados Unidos desea y lo que tenemos la intención de hacer. También es lo que el mundo espera de nosotros, un intercambio franco”, afirmó el líder estadounidense.
Intercambio de ideas
En respuesta, Xi expresó su deseo de tener un “intercambio profundo de ideas” con Biden y consideró que hay espacio suficiente en el mundo para las dos potencias.
“El planeta Tierra es lo suficientemente grande como para que los dos países tengan éxito. El éxito de uno supone una oportunidad para el otro”, sostuvo.
Además, Xi incidió en la visión de China de que la “competencia” entre Washington y Pekín no es útil para superar los desafíos actuales que enfrenta el mundo y recalcó que los dos países deben trabajar juntos.
“Para dos grandes países como China y Estados Unidos, darse la espalda mutuamente no es una opción. No es realista que una parte cambie a la otra, y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas”, subrayó.
Ninguna de las dos partes anticipa importantes acuerdos, pero sí han dejado claro que su objetivo es reabrir las líneas de comunicación en diferentes áreas para evitar que la competencia entre las dos potencias desemboque en un conflicto abierto.
La reunión tuvo como escenario una mansión conocida como “Filoli”, que sirvió de imagen a la popular serie televisiva “Dinasty” (Dinastía) y está ubicada en la localidad de Woodside, a 40 kilómetros del centro de San Francisco.
Biden y Xi mantienen una larga relación personal, ya que se conocieron cuando ejercían como vicepresidentes de sus respectivos países. En 2011, cuando Xi parecía destinado a convertirse en el próximo líder de China, Biden viajó al país asiático para conocerlo, ambos compartieron varias cenas en distintos lugares de China y juntos visitaron un instituto afectado por un terremoto en 2008.
Nada fue dejado a la improvisación
En la reunión entre los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping, no hay detalle que se haya dejado a la improvisación. Durante meses, ambas partes negociaron minuciosamente cada aspecto, desde el ángulo en el que iba a ser filmado Xi hasta la vista desde la ventana de su vehículo mientras transitaba por las calles de San Francisco, dijeron fuentes familiarizadas con la planificación del evento. Incluso el lugar del encuentro se mantuvo en secreto hasta solo horas antes de que se produjera. La Casa Blanca durante días se había limitado a decir que se trataba de un lugar en la bahía de San Francisco, una extensa área que incluye varias zonas urbanas. La ubicación seleccionada para el cara a cara fue la mansión campestre “Filoli”, situada a 40 kilómetros de San Francisco y reconocida por ser uno de los escenarios de la serie ‘Dynasty’ (Dinastía), marcada por la competencia entre los clanes millonarios Carrington y Colby por el control del sector petrolero global. La mansión fue elegida por su discreción: está rodeada por aproximadamente seis hectáreas de jardines inspirados en el Renacimiento inglés y estos, a su vez, se encuentran en un terreno de otras 260 hectáreas, por lo que la privacidad está asegurada.