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Washington, 23 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, premió este jueves a Kenia al designar a este país africano como ‘aliado principal fuera de la OTAN’ por su liderazgo en la misión de seguridad que se desplegará en Haití y por haberse alineado con los intereses geopolíticos de Washington.
El mandatario anunció su decisión después de recibir con todos los honores en la Casa Blanca a su homólogo keniano, William Ruto, en la primera visita de Estado que lleva a cabo un líder africano a la capital estadounidense desde 2008.
Biden agasajó a Ruto con una ceremonia de bienvenida en los jardines de la residencia presidencial para luego reunirse en privado en el Despacho Oval y comparecer juntos ante la prensa en el elegante Salón Este de la Casa Blanca.
Allí fue donde Biden reveló que comunicó al Congreso su intención de designar a Kenia como ‘aliado principal fuera de la OTAN’, una categoría que conlleva privilegios económicos y militares, como la posible entrega de material de defensa y la organización de entrenamientos conjuntos.
Esta es la primera designación como aliado principal de Estados Unidos que recibe una nación de África subsahariana y Kenia se une así a una lista de dieciocho países, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia y Catar, que fue designado en marzo pasado.
Estados Unidos y Kenia han cooperado en la lucha antiterrorista contra los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y Al Shabab, y el país africano ha participado en el Grupo de Ramstein que coordina el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa.
Además, el Gobierno keniano lidera la misión policial que será desplegada próximamente en Haití para hacer frente a las bandas armadas, que tiene el visto bueno de la ONU y a la que Estados Unidos ha aportado 300 millones de dólares.
Apoyo a la misión en Haití
Dicho operativo ocupó buena parte de la reunión entre los mandatarios y Biden aprovechó para agradecer públicamente a Ruto su compromiso con la seguridad del país caribeño.
El líder demócrata, quien llegó al poder en 2021 prometiendo poner fin a la participación de Estados Unidos en las guerras de Afganistán e Irak, aseguró que suministrará apoyo logístico a la misión keniana en Haití pero reiteró que “no habrá fuerzas estadounidenses sobre el terreno”.
“Estamos ante una crisis muy volátil. Estamos en una situación en la que queremos hacer todo lo que podamos sin que parezca que Estados Unidos, otra vez, se está inmiscuyendo y decide lo que se tiene que hacer”, apuntó.
Ruto, quien enfrenta cierta oposición interna y desafíos legales por el envío de policías a miles de kilómetros de su país, defendió que la paz en Haití es “responsabilidad colectiva” de todas las democracias.
“Las bandas son criminales. No tienen nacionalidades, ni religión, ni lengua. El lenguaje es lidiar con ellos de manera decisiva dentro de los parámetros de la ley y para eso estamos construyendo una coalición de naciones bajo el liderazgo de Kenia”, apuntó.
Competir con China en África
La visita de Estado también sirvió para que Biden y Ruto lanzaran la llamada ‘Visión Nairobi-Washington’, que consiste en una iniciativa para reducir la deuda de naciones en desarrollo como Kenia y facilitar que tengan un mayor acceso a la financiación de los bancos internacionales de desarrollo.
La Administración de Biden quiere contrarrestar la creciente influencia de China en el continente africano e intenta que sus gobiernos rechacen los préstamos que les ofrece Pekín, el gran rival económico de Washington.
Biden fue en 2021 el anfitrión de una cumbre con mandatarios africanos en la que prometió inversiones en el continente y un viaje a África que todavía no ha llevado a cabo y que este miércoles dijo que realizará en febrero si es reelegido como presidente.
La visita de Estado de Ruto supone una nueva muestra de esta voluntad de acercamiento, ya que este honor solo lo han recibido grandes aliados de Biden como los mandatarios de Francia, Corea del Sur y la India.
Uno de los momentos cumbre de la visita de Estado tendrá lugar este jueves por la noche en la Casa Blanca, donde se celebrará una cena de gala en la que los presidentes disfrutarán de sopa de tomate, costillas y langosta.
Eduard Ribas i Admetlla, EFE