San Juan. Las presiones aumentan en Puerto Rico para que renuncie a su puesto el gobernador Ricardo Rosselló tras la revelación del contenido de un chat con comentarios homofóbicos, insultos e incluso bromas sobre los muertos por el huracán María.
Ayer el gobernador advirtió de que no lo hará y que tomará las decisiones que a su juicio “sean mejores” para Puerto Rico, un Estado libre asociado a EE.UU. Rosselló también quiso dejar claro que tras evaluar y analizar la situación creada ha concluido que no ha cometido ningún delito con las expresiones que aparecen en el mismo.
La presión para que dimita aumenta cada día, ya sea a través de sus propios compañeros de partido que le han dejado solo, como a través de las protestas, casi diarias y en momentos violentas, para pedir su renuncia, o rostros conocidos de la isla como Bad Bunny, Ricky Martin y Residente (ex Calle 13), quien, incluso, le avisó que si “no renuncia ahora, lo vamos a sacar”.
El presidente de la patronal Centro Unido de Detallistas (CUD), Jorge Argüelles, indicó que está sumamente preocupado con el impacto que toda esta vorágine de sucesos tendrá en el desarrollo económico del país.
Por su parte, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, dijo que el escándalo, denominado “Telegramgate” -ya que el chat se hizo en la aplicación Telegram- o RickyLeaks, solo va a generar más desconfianza de EE.UU.