Bogotá. América ha recibido más de 500 millones de vacunas contra la covid-19 lo que, sin embargo, no ha garantizado el acceso equitativo a la población, especialmente de países como Guatemala, Honduras y Venezuela, cuyos bajos porcentajes de inoculación preocupan.
A la fecha, los Gobiernos del continente tienen en su poder aproximadamente 503 millones de dosis de los distintos biológicos que han sido aprobados por las autoridades sanitarias, según los reportes que han suministrado desde que comenzaron las campañas de vacunación.
A pesar de que la cifra es significativa, si se tiene en cuenta que la población de América es de 1.002 millones de habitantes, el ritmo ha sido dispar y agudiza día a día el abismo entre naciones pobres y ricas. “En América Latina, a diferencia de América del Norte, el proceso de vacunación es lento frente a la velocidad con la que avanza la covid-19”, dijo a Efe Román Vega, profesor del Instituto de Salud Pública de la Pontificia Universidad Javeriana, de Colombia. Las razones de la demora, explicó el experto, “son multifactoriales”, pues hay aspectos de “carácter global, como la crisis sanitaria en la India” y la lentitud en la entrega de las dosis por parte de las farmacéuticas, y de “carácter nacional”, como las negociaciones que cada país realizó con las compañías y dificultades logísticas.
Uruguay superó este viernes las 2 millones de dosis inoculadas, la mayoría de ellas de la primera aplicación de la vacuna anglo-sueca AstraZeneca, la china Coronavac o la estadounidense Pfizer, mientras que más de 770.000 han recibido ya la segunda, lo que da que el 35,04 % de la población total recibió al menos la primera dosis mientras que el 22,01 % ha completado la inoculación. En contraste, Honduras ha aplicado 64,369 vacunas, de las cuales 61,411 son la primera dosis y 2.755 la segunda. Asimismo, 203 habitantes han obtenido el inmunizante monodosis.