Con el cierre de los centros de votación en la mayor parte de Estados Unidos, los resultados hasta el momento no han arrojado grandes sorpresas. El expresidente Donald Trump se ha impuesto en los estados de tendencia republicana, como Florida, Alabama, Mississippi y Texas, consolidando su apoyo en el sur y el oeste del país.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris ha logrado victorias en varios estados del noreste y la franja de Nueva Inglaterra, incluyendo Nueva Jersey y Nueva York, manteniendo su ventaja en esas regiones históricamente demócratas.
A medida que avanzan los conteos, toda la atención se centra ahora en los estados del este en disputa. Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania se perfilan como los próximos puntos clave que podrían definir el rumbo de las elecciones. Los resultados de estos estados son cruciales y podrían inclinar la balanza a favor de uno u otro candidato en una jornada electoral que sigue siendo incierta.