Lima, (EFE).- Al menos 23 personas, entre ellas un niño de 11 años, resultaron heridas cuando un grupo de manifestantes intentó tomar el jueves el aeropuerto de la ciudad de Juliaca, en el sur de Perú, donde hace un mes fallecieron 17 personas en enfrentamientos con la Policía, informaron este viernes fuentes sanitarias.
La Dirección Regional de Salud (Diresa) de la región de Puno, donde se encuentra Juliaca, reportó que 9 de los heridos permanecen internados en el hospital “Carlos Monge Medrano”, tres de ellos por el impacto de proyectiles de arma de fuego (PAF).
De acuerdo con la información, que se basa en datos de la Red de Salud de la provincia de San Román, entre las personas internadas figura un menor de edad de iniciales B.Q.A. que presenta una herida por PAF en la pierna izquierda.
Además, una mujer de 48 años tiene una herida en la mano derecha y un hombre de 38 años una herida en la pierna derecha, en los dos casos también por disparos.
Otro hombre, de 19 años, permanece internado por una intoxicación causada por gas lacrimógeno, mientras que las otras cinco personas presentan fracturas, traumatismos y heridas de diversas consideración.
La Diresa Puno agregó que los 23 heridos fueron atendidos en el puesto de Salud “Mariano Melgar”, el centro de salud “Jorge Chavez” y el hospital “Carlos Monge Medrano”, tras lo cual 14 recibieron el alta médica.
Agregó que los 47 establecimientos de salud y el hospital “Carlos Monge Medrano” de Juliaca se encuentran “en alerta máxima” e invocó a la población “a mantener la calma y evitar situaciones que pongan en riesgo su integridad física”.
La protesta del jueves en Juliaca comenzó alrededor de las 16.00 hora local (21.00 GMT), pero las fuerzas del orden impidieron a los manifestantes llegar a las instalaciones aeroportuarias y lanzaron bombas lacrimógenas para dispersarlos.
Desde que comenzaron en diciembre pasado las manifestaciones en Perú, en varios puntos del país los manifestantes han intentado ocupar aeropuertos, provocando el cierre de algunos de ellos, como el de Juliaca, una ciudad ubicada a unos 1.300 kilómetros de Lima y a 3.800 metros de altura.
Esta localidad forma parte de Puno, colindante con Bolivia, y ha sido el epicentro de las movilizaciones desde que se retomaron, tras una tregua navideña.
Allí, en uno de los intentos para tomar el aeropuerto, las protestas vivieron su día más sangriento el 9 de enero pasado, cuando 17 manifestantes murieron en enfrentamientos con la Policía.
En conmemoración de los 30 días de esa jornada, los familiares de los fallecidos y vecinos de la ciudad se movilizaron durante la mañana del jueves por las calles de Juliaca, acompañados de fotografías de las víctimas, flores y carteles que exigían justicia.
Luego, participaron de una misa en honor a los fallecidos, que se celebró en las cercanías del aeropuerto, el escenario de los enfrentamientos.
Además de Juliaca, este jueves se registraron movilizaciones en varias regiones del país, sobre todo en las sureñas Arequipa, Cuzco y Puno, y bloqueos en 62 puntos de carreteras que, en total, afectaron al 13,8 % del territorio nacional.
En Lima, donde vive un tercio de la población peruana, miles de personas acudieron a la movilización convocada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el principal sindicato del país, aunque esta protesta se desarrolló sin incidentes mayores.
Durante las manifestaciones en Perú han muerto 69 personas desde diciembre y los protestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, adelanto de elecciones para este año y la convocatoria a una asamblea constituyente.