En la lucha por la Alcaldía de Santo Domingo Norte hay un “trompo embollao”, como dijo Emanuel Esquea Guerrero en las elecciones presidenciales de 2012 cuando perdió Hipólito Mejía.
Pues resulta que el actual alcalde de esa demarcación, Carlos Guzmán, es repudiado por los peledeístas que votaron por él en 2020 y que fueron traicionados por su candidato cuando a la primera oportunidad este brincó hacia la Fuerza del Pueblo (FP).
Hay una deuda pendiente entre Guzmán y los peledeístas que hay que saldar y que ninguna alianza podría salvar.
Por otro lado, está René Polanco, candidato a esa plaza por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que aspira a dirigir la Alcaldía por segunda vez. Sin embargo, a Polanco le sucede lo mismo que a Guzmán respecto al electorado; sus votos están divididos, pues el actual incumbente, a pesar de que el pasado proceso aún le persigue, maneja los recursos del Ayuntamiento que de una u otra forma le sirven hasta para prometer futuros empleos o ayuditas.
Por ende, hay una encerrona entre el electorado de Carlos Guzmán y René Polanco que podría otorgar ventajas a la posible candidata por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Betty Gerónimo. No obstante, no todo es color de rosa para la ficha oficialista, pues hay hechos que valen más que mil palabras.
Los desaires del presidente
Betty es esposa del exalcalde Francisco Fernández, quien en varias ocasiones ha intentado acercarse al presidente Luis Abinader en medio de las actividades rutinarias y este lo ha ignorado, tal cual como lo ha hecho con el alcalde de Los Alcarrizos, Cristian Encarnación.
Pero peor aún, a la misma Betty la bajaron de la tarima durante un acto de reelección en el mismo Santo Domingo Norte. Estas humillaciones no pasan por alto y ponen en duda el respaldo que pudiera tener la candidata por el PRM.