El Dengue es una de las enfermedades que más preocupa a las autoridades del sector salud, y es que cada vez se hace más difícil ganarle la batalla, a pesar de los grandes esfuerzos que se realizan para disminuir los casos.
Aunque las cifras de fallecidos por la causa sigue en aumento, hasta el momento 30 decesos, y más de 11,332 afectados, según el boletín epidemiológico emitido el pasado 7 de septiembre, para algunos infectólogos las muertes solo por la enfermedad equivalen a un 1%.
El doctor Carlos Rodríguez consideró que las cifras de mortalidad atribuidas al dengue se deben a patologías que se relacionan con la enfermedad y a diagnósticos que pasaron y no se realizaron.
“Lo que más asombra es todo lo que está entorno al dengue: malos diagnósticos, problemas de base, el paciente no llega como en los libros, por capitulos, aparte solo dengue, llega en combo, esto acarrea el aumento de las muertes”, expresó Rodríguez.
Para la doctora Claribel Silfa no basta con solo capacitar al personal sanitario, es necesario llegar a las comunidades y decirles como mata el dengue, no solo enseñarles a untar cloro y botar los desechos; y no esperar cuando lleguen a la emergencia.
“Si queremos ganar la batalla tenemos que saber que el dengue tiene un manejo enzimático, tenemos que estar encima del paciente día por día, hora por hora, para evitar el choque, que entre en taquicardia, se ponga frio y llegue a hipotensarse”, sostuvo Silfa.
Ambos infectólogos emitieron estas opiniones durante la mesa redonda: “El Dengue en la República Dominicana, una batalla posible de ganar”, realizada durante la celebración de la VI Jornada Científica del Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza que estuvo dedicada a la Infectologia. Tambien participaron la Dra. Carmen Sarah Mota y el Dr. Clemente Terrero, subdirector del Hospital Infantil Robert Read Cabral.
Tanto Mota como Terrero coincidieron con los doctores Rodriguez y Silfa en la necesidad de que tanto el personal de salud: médicos, enfermeras, residentes de medicina y la familia del paciente comprendan la importancia del seguimiento de la sintomatología y así evitar que se agrave su condición para reducir los índices de mortalidad.
“No basta que se formen a los médicos, campañas de fumigación y jornadas de descacharrizacion en los barrios, hace falta asumir un compromiso de todos para combatir la enfermedad, entender que los factores medioambientales y socioeconómicos seguirán, y a pesar de ello trabajar para reducir los casos”, concluyeron.