Santo Domingo.- El Reverendo Pablo de la Cruz, criticó este viernes durante su intervención en el sermón de las siete palabras, a quienes oprimen al pueblo y se aprovechan de la ignorancia de lo mas desprotegidos.

“¡Basta ya de oprimir al pobre!, ¡basta ya de comprar conciencias y de aprovecharse de la ignorancia del marginado!, fruto de sus malas acciones” indicó durante su intervención en la quinta palabra del sermón titulada “Tengo sed”.

Pidió a la sociedad tomar conciencia plena de que todos somos hermanos y dejar a un lado el egoísmo y la desidia, para vivir vivir las responsabilidades con coherencia entre el  hablar y actuar.”

A su vez, manifestó que la sociedad dominicana, clama por una mejoría real que garantice sus necesidades más básicas.

“Cada dominicano que, herido y frustrado en su día a día ante la falta de una verdadera democracia que nos represente a todos con igualdad y transparencia, no dejan de clamar por una mejoría real que garantice sus necesidades más básicas” indicó.

Consideró ademas que la alimentación, educación, justicia, vivienda digna, empleo e igualdad, deben ser emanados de un verdadero desarrollo solidario con la mirada puesta a corto, mediano y largo plazo en el bien común.

El reverendo, puntualizó que a la Iglesia les preocupan estas realidades que por años se repiten y que vienen siendo ese vinagre moderno mezclado con hiel, que pretende seguir anestesiando a un pueblo que agoniza.

Manifestó que a pesar de las problemáticas no todo está perdido, ya que han observado el despertar de una ciudadanía que aún tiene esperanza y cree conscientemente que por el camino que nos conducen quienes nos han dirigido en las últimas décadas, no es el camino correcto.

Expresó que ante este despertar del pueblo, (las autoridades) tienen necesariamente que cambiar, y revisar el concepto de desarrollo que no coincide ciertamente con el que se limita a satisfacer los deseos materiales mediante el crecimiento de los bienes, sin presta la urgente atención al sufrimiento y la sed de tantos.

Invitó a la sociedad a ser responsables y acatar el llamado de Salud Publica, ante la realidad que vive el país, por el impacto de la pandemia Covid-19.

A su vez, dijo que frente a esta pandemia, el tiempo es apremiante y más que oportuno para que entre todos como sociedad, como dominicanos, logremos alcanzar la patria que queremos, enarbolando los valores que nuestros padres fundadores soñar

“Por eso reflexionemos con humildad, acerca de cómo anda nuestra solidaridad, con ese otro Cristo sediento, representado en nuestro pueblo sufriente, y que todos vemos a nuestro alrededor y, antes quienes a diario nos hacemos de forma fácil, los indiferentes” agregó.

Exhortó al pueblo de Dios a no perder la fe y la esperanza en un mundo nuevo, que “debe comenzar aquí y ahora; a pesar de las dificultades, mantengamos la unidad como un solo cuerpo, desterrando de nuestros corazones el egoísmo, el orgullo y la vanidad”.

Asimismo, pidió manifestar la solidaridad en todo momento con los demás, especialmente los desfavorecidos, los que viven en situaciones de vulnerabilidad, los que están marginados por el sistema imperante.

Dijo ademas que es tiempo de aunar esfuerzos para alcanzar una sociedad mejor, tomando el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, modelo de servicio, él mismo lo dice en su palabra: no he venido a ser servido, sino a servir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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