Los hermanos de Luis _ Jorge, de 4 años, y Carlota, de 3 _ también vieron la ceremonia en la capilla.
Los padres y hermanos de Catalina estuvieron igualmente presentes, incluida su hermana Pippa Middleton, quien está embarazada. La reina Isabel y su esposo, el príncipe Felipe, no asistieron.
Luis llevaba puesto un traje color crema con encaje, una réplica del intrincado ropón hecho para la hija mayor de la reina Victoria en 1841.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, recibió a la familia real en la entrada de la capilla.
Catalina charló con el arzobispo mientras cargaba a Luis y se pudo escuchar que decía que su hijo dormido era “muy relajado y tranquilo”.
“Espero que siga así”, la duquesa agregó sonriendo.
La pareja real también nombró a seis amigos cercanos y familiares como padrinos y madrinas de Luis, quien nació el pasado abril.