Uno de los negocios que había surgido desde “Despacito”, el restaurante La Garita perdió sus cuatro paredes de concreto por el huracán y sólo le quedó la cocina en pie.
Uno de los negocios que había surgido desde “Despacito”, el restaurante La Garita perdió sus cuatro paredes de concreto por el huracán y sólo le quedó la cocina en pie.
La Perla no deja de ser una barriada de unos 350 habitantes pero tiene su encanto. Surgió hace más de un siglo en una franja estrecha en la costa del Atlántico, entre las olas del mar y la muralla del Viejo San Juan. Pocos visitantes se aventuraban por los escasos accesos que hay para el lugar y no eran bienvenidos, todavía hay un letrero de madera que dice: “No se admiten visitantes, no entre”.
La mala reputación del barrio era justificada y quedó plasmada en un viejo video que mostraba a un vendedor de droga corriendo hacia otro durante el día para dispararle en la cabeza. Un matón convertido en testigo federal dijo que los cuerpos de muchas personas asesinadas en La Perla eran arrojados al mar para que se los comieran los tiburones.
Hay una línea amarilla pintada en una de sus callejuelas servía como límite entre pandillas rivales, algunas de las cuales usaban ranas venenosas para proteger su mercancía de drogas.
Gran parte de la actividad delictiva se acabó cuando cientos de agentes de la DEA hicieron una redada en 2011 y arrestaron a decenas de personas, incluyendo a un líder comunitario que fue sentenciado después.
Comenzaron las campañas del gobierno y el sector privado para limpiar el lugar, se construyó una panadería y se pintaros las casas con colores brillantes.
Y entonces vino “Despacito”.
Los cantantes puertorriqueños Luis Fonsi y Daddy Yankee eligieron el barrio para su video, que hasta principios de octubre suma 3.900 millones de vistas en YouTube, y los turistas comenzaron a llegar por montones. Eran recibidos por propietarios de bares y vendedores callejeros que les ofrecían comida y cervezas.
Mucha gente en La Perla esperaba que la transformación les ayudara a asegurar el futuro de la comunidad y protegerlos de los intereses inmobiliarios, que desde hace años tienen los ojos puestos en este barrio costero para desarrollarlo. La nueva vida en la zona incluso llevó a una visita del secretario de turismo de la isla, José Izquierdo.
Entre aquellos que esperaban beneficiarse de esta oportunidad está Yentil Ramírez, de 26 años, quien trabajaba como guia de turista en tours que recién se habían creado en el barrio.
“Tenemos fe de que (los turistas) vuelvan a bajar como lo hacían antes, se está trabajando para hacer las mejoras que necesita La Perla”, dijo, mientras que agregó que Fonsi visitó La Perla para distribuir ayuda en días recientes y prometió regresar para apoyar los esfuerzos de reconstrucción.
Fonsi se ha convertido en el nuevo rostro de la agencia de turismo de Puerto Rico, con lo que recibió 700.000 dólares como parte de un acuerdo en el que la agencia adquirió los derechos para usar su canción. Las autoridades de turismo dijeron que las búsquedas de Puerto Rico en los sitios para reservaciones habían aumentado hasta 45% en los meses antes del huracán, un pico que atribuyeron a la popularidad de la canción.
Ahora los que vienen a Puerto Rico son en su mayoría voluntarios, rescatistas y burócratas que ayudan a las tareas de reconstrucción en una isla devastada por un huracán categoría 4.
Las autoridades de turismo recientemente se reunieron con la líder local de La Perla, Yashira Gómez, hija del líder comunitario arrestado en la redada de 2011.