El economista Jaime Aristy Escuder entiende que la reforma fiscal que necesita el país no debe ser distorsionante de los temas de ahorro, inversión, innovación, trabajo y producción.
Aseguró también que la misma debe ser equitativa, capaz de recaudar lo que se requiere y facilitar la administración para que se pueda reducir significativamente la evasión tributaria.
“Toda reforma tributaria necesita ser equitativa, tiene que lograrse que dos contribuyentes que sean iguales en términos económicos, o sea, que tengan el mismo nivel de ingreso, de consumo, de propiedad… que los dos paguen lo mismo, no puede ser que uno pague más, porque la evasión permite que uno pague 10 % y otro 0 %”, dijo.
En ese mismo contexto, señaló que en el país hay grandes empresas con grandes patrimonios que tienen un nivel de tasa de tributación menor que otros de menores ingresos, “que uno de clase media alta, por ejemplo”, aspecto que dijo debe cambiar para que se haga presente la equidad vertical.
Reiteró que una reforma fiscal implica una mejora de las recaudaciones, pero entiende que eso no significa que haya que aumentar las tasas impositivas o ampliar las bases.
¿Qué se hará con el gasto?
El economista considera que antes de hablar de reforma tributaria, hay que analizar qué se hará con el gasto, eliminando todo los que sean superfluos, ineficientes e improductivos; enfrentar el déficit del sector eléctrico y encaminarlo a que no haya que transferir esos 1,500 millones de dólares a “ese agujero”; después acudir a la parte de los ingresos y, antes de ver lo de las tasas y base, ver qué pasaría con el nivel de eficiencia.
Con relación al anticipo, durante su participación en el programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez R., dijo que este tiene su pro y su contra, pero que en esto sugiere transformar la forma de cobrarlo.
Reseñas es transmitido todos los sábados, por EnTelevisión, a las 9:00 de la noche.
Los ricos que roban la luz deben de pagarla
El economista Jaime Aristy Escuder señaló que no son los pobres los que tienen que explicar la mayor parte del agujero eléctrico, porque los pobres no representan ni el 40 % en términos de consumo ni de plátanos ni de arroz, ni Ningún otro renglón.
“Eso significa que hay personas que no son pobres que se están robando la electricidad y hay que ponerlos a pagar”, sentenció el economista, quien valoró la gestión del Banco Central.