Uno de los mayores retos del ser humano, y en especial los jóvenes, es tener un empleo. Encontrarse en situación de desempleado no es sólo la necesidad de proveer recursos a la familia sino que la ausencia del mismo puede tener efectos como la disminución de la autoestima y llevar incluso a estados depresivos peligrosos.
Las personas cuando no encuentran un puesto de trabajo tienden a menospreciarse y peor aún, algunos se dedican a algún tipo delincuencia.
Entienden que valen menos que los demás, sobre todo, en el caso de ser despedidos por algún error cometido, el sentido de culpabilidad es aún mayor.
Esta situación se complica más para personas que tienen algunas limitaciones. No uso la palabra discapacidad porque estoy convencido que de alguna manera todos sufrimos de alguna discapacidad. No existe el ser humano perfecto, sin dudas hay limitaciones mayores que otras o simplemente más visibles para el ojo humano.
¿Quién puede decirme que una persona que no puede controlar su ira, que roba o que miente tiene incapacidades menos visibles que la de aquel que llega en sillas de ruedas, muletas, o tienen problemas visuales o de audición?
El año pasado, gracias al apoyo de la Cámara Británica y de Multquímica Dominicana, iniciamos un proyecto para promover el empleo de personas especiales.
El apoyo de las Cámaras de Comercio de Bonao, Santo Domingo, Barahona, Dajabón y El Seibo fue el inicio de lo que debe ser un gran proyecto a nivel nacional.
Este año el proyecto incluye San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, San Juan de la Maguana, San Cristóbal, Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, entre otros.
El apoyo ha sido entusiasta, incluso con testimonios de lo eficiente, cumplidores y leales que son las personas con talentos especiales. La preocupación de algunos empresarios es que sus instalaciones no estaban adecuadas con rampas, elevadores, baños con aditamentos especiales.
Aún cuando esto es un requisito de la ley, se puede ir avanzando sin necesidad de grandes inversiones. No todas las personas con talentos especiales requieren de todas estas facilidades. Lo que da tiempo a que las adaptaciones se puedan ir haciendo en la medida de la capacidad del empresario, pero siempre teniendo presente que es necesario hacerlo.
Incluso, en un país donde se habla de turismo inclusivo hay que ir preparando los aeropuertos, que ya muchos cuentan con facilidades, los museos, los hoteles. Las rampas en restaurantes que muchos no están adecuadas para sillas de ruedas, porque su pendiente es tan violenta que posiblemente la silla no pueda subirla.
Los ayuntamientos han empezado con rampas en las calles, pero muchas de ellas aún no son adecuadas para que una persona por sí sola en una silla de ruedas pueda transitar con independencia.
En nuestro país, de acuerdo al último censo, existen 1,160,847 personas con capacidades especiales y lo peor es la baja escolaridad de los mismos, que es un problema general del país.
De 773 candidatos evaluados por la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) entre el periodo (2013-2016), sólo el 7% ha completado estudios universitarios y el 2.6% cuenta con algún tipo de formación profesional.
Como un paso importante se ha creado la Red Iberoamericana de Entidades de Personas con Discapacidad Física (La Red), y La Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) reconoce el trabajo como uno de los pilares principales para el desarrollo humano y profesional de la persona sin importar su condición. Trabajar significa un derecho para todos/as, sin excepción, independientemente de que existan o no factores limitantes. El empleo fomenta la autonomía, autoestima y realización profesional, además de aportar beneficios para toda la comunidad, ya que promueve la cohesión social y permite aprovechar el capital humano.
No obstante, los obstáculos que mencionábamos arriba a los que se enfrentan las personas con discapacidad para acceder a un empleo, existen otras numerosas: limitaciones para acceder a la educación, falta de accesibilidad de los transportes, del entorno construido, incluyendo los ambientes laborales y de la información, prejuicios acerca de la discapacidad, entre otros.
Frente a esta situación, es necesario impulsar iniciativas que fomenten el empleo de personas con discapacidad (talento especial). Es por ello, que desde la experiencia de ambas organizaciones (ADR y La Red) se ha considerado necesario una GUÍA dirigida a empresarios y empleadores de la República Dominicana, para sensibilizar y apoyar la inclusión laboral de ciudadanos/as con discapacidad (talentos especiales).
La misma será puesta a disposición de las diferentes organizaciones empresariales, con la seguridad de que contaremos como ha sido siempre con el apoyo de las mismas. Mientras tanto, seguiremos aprovechando el apoyo de las Cámaras de Comercio de todo el país que con tanto entusiasmo vienen dando un apoyo decidido a la inclusión de la fuerza laboral en las diferentes empresas de cada provincia.
Cabe destacar el apoyo de los legisladores y de los alcaldes, piezas clave en este proyecto, que sin duda redundará en mucho beneficio para el país.