No se espera que el partido nombre a su compañero de fórmula hasta el lunes.
En un mensaje grabado a la convención, Lula dijo que “los que me sentenciaron son los que están prisioneros de una mentira”.
“Brasil necesita restaurar su democracia, hallarse a sí mismo y ser feliz de nuevo”, dijo. “Pueden encerrarme, pueden silenciarme, pero mantendré mi fe en el pueblo brasileño”.
Después de que se aprobó su nominación, se leyó otro mensaje de él.
“Ellos ya derrocaron a una presidenta que fue elegida y ahora quieren vetar el derecho del pueblo a elegir al próximo presidente. Quieren inventar una democracia sin el pueblo”, dijo.
Otros candidatos criticaron al expresidente y su partido.
“Me duele, pero no espero nada de ellos ahora”, dijo Ciro Gomes, aspirante presidencial por el Partido Democrático del Trabajo, de centro-izquierda.
El conservador Geraldo Alckmin, nombrado el sábado como candidato del Partido Socialdemócrata, culpó a Lula y al Partido de los Trabajadores por el alto desempleo del país, de 13 millones de personas.
“Fueron las mentiras y el radicalismo los que crearon la cadena de acontecimientos que son el legado trágico del Partido de los Trabajadores”, dijo.
La presidenta de ese partido, Gleisi Hoffman, habló con los participantes en la convención tras conocerse que dos partidos izquierdistas menores respaldan a Lula.
“Trataron de excluir a Lula de la discusión política”, dijo. “No hay discusión política en Brasil sin Lula y el Partido de los Trabajadores”.
La centrista Marina Silva fue nominada por su partido Rede como candidata presidencial el sábado.