Bogotá, Colombia.- América, la región más castigada del mundo por el coronavirus, aún no alcanza el pico de la enfermedad, que se ha cobrado la vida de casi 100.000 personas en el continente, y sus pobladores empiezan a sentir ya el ahogo de la falta de dinero tras la paralización de la economía y la incertidumbre de no saber cuándo llegará la tan anhelada “nueva normalidad”.

En ese sentido, como “urgente” han calificado en Estados Unidos la necesidad de que la economía nacional retome su camino, un clamor que el presidente, Donald Trump, ha tomado como su “caballo de batalla” para intentar quedarse de nuevo con la Casa Blanca en las elecciones del próximo noviembre.

Allí, en donde el virus deja 2,34 millones de enfermos y 121.279 muertos, el secretario de Estado, Mike Pompeo, sostuvo este miércoles que “es importante conseguir que los europeos puedan volver a viajar a EE.UU.” y reconectarse “completamente” con la economía estadounidense.

Para ello, el Gobierno de Trump trabaja con sus aliados en el Viejo Continente para reanudar los viajes pese a las informaciones recientes que apuntan a que la Unión Europea podría no reabrir sus fronteras a viajeros estadounidenses debido a la gran incidencia de la COVID-19 en el país.

MENOS EMPLEO EN BRASIL

Los bolsillos vacíos golpean también con fuerza a Brasil, el segundo país en número de decesos en el planeta, con más de 52.780, en donde el Gobierno informó que unos 19 millones de habitantes se quedaron temporalmente sin trabajo en mayo.

De esa cifra, 9,7 millones de brasileños no tuvieron rendimientos en el mes, lo que agudiza la problemática que enfrenta el gigante suramericano en donde 1,15 millones de sus pobladores, muchos de ellos ya de por sí con escasos recursos para sobrevivir, se han contagiado con el virus.

“Sabíamos que había un gran porcentaje de la población apartada del trabajo, pero no sabíamos que la mitad estaba sin rendimientos”, admitió el coordinador del estudio del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, Cimar Azeredo.

ALIVIAR LA DEUDA DE LOS PAÍSES POBRES

Una posible salida a la crisis económica sin precedentes en la que el coronavirus sumió al mundo la propuso en una videoconferencia el mandatario argentino, Alberto Fernández, quien manifestó que tras la pandemia se debe “apoyar el alivio inmediato de la deuda de los países más pobres del planeta”.

Argentina, que afronta en paralelo a la emergencia sanitaria por la COVID-19 la renegociación de bonos por cerca de 66.000 millones de dólares con acreedores para evitar caer en el cese de pagos y que además arrastra graves dificultades económicas desde 2018, tiene actualmente 47.216 contagiados y 1.085 muertos.

Por ello, en la videoconferencia Fernández dijo a varios de sus pares latinoamericanos, así como al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que deben actuar “juntos” ya que, de lo contrario, “la pandemia del desempleo, la desigualdad, la pobreza y el hambre se expandirá por la región con la voracidad de un virus contagioso”.

EL “REBUSQUE” AMERICANO

Sin embargo, en medio del miedo a perderlo todo, incluso la vida, los americanos han hecho gala de su ingenio para generar nuevas fuentes de ingresos mientras sus respectivos Gobiernos hacen lo que les corresponde.

Así, por ejemplo, los dueños del icónico bar LGTBI de Nueva York, Stonewall Inn, han lanzado dos campañas para recaudar fondos con el objetivo de evitar su clausura, un mal que aqueja a muchos de los bares y restaurantes de la Gran Manzana y del que se han “contagiado” grandes y chicos mesones de América Latina.

“Como muchas familias y pequeños negocios en todo el mundo, Stonewall Inn está luchando. Nuestras puertas han estado cerradas durante más de tres meses” y ahora “pedimos que nos ayudes a salvarlo”, indicaron los responsables del local en un comunicado en el que agregaron que “el futuro es incierto” y el proceso de recuperación “largo”.

De la innovación se han valido asimismo en Chile, que suma 254.000 casos y 4.731 decesos, y en donde un empresario implementó un camión de comida solidario mediante el cual entregó hoy 500 almuerzos en Colina, ciudad ubicada al norte de Santiago.

La iniciativa, que fue acogida e implementada por el alcalde, Mario Olavarría, busca “entregar durante 15 días unos 7.500 almuerzos en distintos barrios y poblaciones” porque, según comentó, “la crisis es fuerte” y este “es un buen aporte para la gente que se está alimentando más o menos, que no puede salir tampoco y uno va con la comida a su hogar”.

El “rebusque” también lo emplean las mujeres en El Salvador, muchas de las cuales empezaron a “taxear”, como se refieren a conducir un taxi, mientras otras optaron por regresar al negocio familiar de la venta de carbón y algunas más encontraron en la fabricación de mascarillas la forma ideal para aportar económicamente a sus hogares.

La misma necesidad se presenta en Medellín, la segunda ciudad en importancia de Colombia, y conocida por el empuje de sus ciudadanos a la hora de crear empresa, aún en épocas nefastas cuando el país tiene 2.491 muertos por coronavirus y 77.113 casos.

En ese lugar, Andrés Felipe Vélez se dio a la tarea de darle un vuelco a su compañía de organización de eventos sociales y empresariales al descubrir que “las personas quieren celebrar”, pese a las limitaciones propias de la pandemia.

Así, inspirado en la alegría propia de los colombianos, el emprendedor diversificó sus servicios y desde que comenzó la cuarentena obligatoria en marzo pasado ha atendido a más de 40 clientes en celebraciones durante el Día de la Madre y el Día del Padre, cumpleaños y aniversarios, además de llevar a los hogares servicio de catering, bolsas de regalo y desayunos sorpresa con los que busca esquivar los azotes del virus. EFE

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