El ser docente autodidacta es un arte que hoy en día no todos tienen. Debido a la revolución educativa ocurrida en los últimos 20 años, sin embargo, para las décadas de los 70 y 80 en el país solo se exigía tener un octavo grado aprobado para optar por ser maestro de primaria en cualquier centro educativo público.
Esa situación permitió que decenas de jóvenes desde su adolescencia se desarrollaran y pusieran en práctica la transmisión de sus conocimientos.
Entre esos jóvenes que marcaron la historia de la educación dominicana se encuentra Rafael Santo Badia, quien logró grandes avances en la lucha por los derechos de los maestros y marcó con el poder de la educación la vida de cientos de jóvenes, como Juan Rosa, el actual director de pensiones y jubilaciones.
Hoy 30 de junio en la República Dominicana se celebra el Día Nacional del Maestro con el objetivo de reconocer la importante labor y esfuerzo del docente.
Santo Badia que marcó el magisterio dominicano
El profesor Santo Badia proviene de una familia humilde del municipio de Tenares, en el remoto sector de Loma Azul en la provincia Hermanas Mirabal. Este luchador incansable narra cómo las necesidades económicas que padecía su familia, se convirtió en el motor que lo impulsó a que iniciara en el camino del magisterio, desde los 17 años de edad.
Relata que luego de cumplir los 10 años de edad, su madre María Esperanza Badia y su padre Rafael Santo, alias «Fello» junto a sus cinco hermanos tomaron la decisión de irse de Tenares y venir a la capital.
«Fue un tiempo difícil para una familia pobre que viene de un campo sin relaciones importantes en la capital y ni siquiera conseguimos escuela para inscribirnos, en ese entonces yo apenas había terminado el tercer curso de primaria», declaró.
expresa que luego de la Guerra de 1965 fue que pudo continuar estudiando en la escuela Nuestra Señora de Fátima, donde cursó los otros grados hasta el octavo.
Debido a la pobreza que imperaba en los barrios capitalinos en ese entonces, en el Ensanche Espaillat y zonas aledañas, no había ni siquiera un liceo para que los estudiantes recibieran clases de secundaria, motivo por el que los comentarios por iniciativa propia tuvieron que crear uno, afirmó este gente natural de cambio mientras contaba su historia.
Por este motivo, el plantel de la escuela Fátima durante la noche funcionaba como el Liceo Emilio Prud Homme, donde él realizó su bachillerato.
«El hambre me llevó hacer maestro autodidacta»
Con solo 17 años, Rafael Santo comenzó a desarrollarse como maestro de primaria en la tanda de matutina de la escuela Nuestra señora de Fátima.
“En ese plantel yo daba clases en el nivel primario en el día y de noche estaba haciendo mi bachillerato, es decir, que en el mismo centro me pasaba el día y la noche.
Detalló que cuando empezó daba clases de todas las materias del curso de cuarto, pero luego comenzó a rotar entre séptimo y octavo, y daba historia y geografía y dibujo lineal. «Ahí pasó mi vida hasta que fui a la escuela Felix Evaristo Mejia, hoy conocido como el Instituto Superior de Formacion Docente Felix Evaristo Mejia (Isfodosu).
Líder de multitudes
En el año 1970 se fundó la Asociación Dominicana de Profesores y en la zona norte del Distrito Nacional para 1972 se creó una filial de la ADP, en la cual él estuvo al frente.
«Mientras estuve desempeñando esa función visité todas las escuelas de esa jurisdicción, hecho que permitió que mi liderazgo creciera y ya para el 1975 pasé a ser Secretario Nacional de Reclamos y Conflicto de la asociación de profesores.
Luego siguió escalando hasta llegar al secretario general que es el puesto más alto de ese gremio, y se mantuvo ahí por de 10 años desde 1980 a 1990.
Luchas y logros a favor de los maestros
«En esos años tuve una destacada lucha por los maestros, entre la que se destacan las protestas de los seis meses, desde julio del 1980 hasta enero del 1981, donde hacíamos marchas, piquete, huelga y ocupación de Iglesias, hasta que conseguimos la reposición de 128 dirigentes que habían cancelado de todo el país” .
Rafael Santo resaltó que esa fue una de las luchas más importantes y una de las más recordadas en la historia de la Asociación de Profesores, porque logró un gran movimiento de solidaridad de las diferentes denominaciones de iglesias, de la prensa y la sociedad en general.
Otra de sus grandes luchas fue la del 1984, donde protestaron para exigir el seguro médico para los maestros. Asimismo en 1988 asegura que libró su última lucha al frente de la ADP; esta huelga duró tres meses, en ese entonces los maestros ganaban solo 125 pesos mensuales.
“Este fue un momento de gran crisis para la educación, porque cuando terminó la huelga el 30% de los profesores no volvieron, porque habían conseguido otros empleos. Todo el mundo estaba desencantado del magisterio”, resaltó.
Logros
Santo Badia narra que dada la situación varias organizaciones vinculadas a la educación propiciaron “Un pacto por la patria y la educación dominicana, llamado “El Plan Decenal, que provocó que la educación mejore”.
Luego de alcanzar esos grandes logros solo siendo un maestro autodidacta, Rafael Santo realizó una licenciatura en Derecho y técnico en Administración de Empresas Cooperativas; además tiene diplomados en Relaciones Internacionales, en Economía Política y en Derecho Laboral y Sindical.
Ha ocupado varios cargos públicos como: profesor del Instituto del de Formación Sindical, miembro de la junta de directores del Instituto de Formación Técnico Profesional del 1987-1989, así como Intendente de seguro dos veces diputado y en la actualidad es el director general del Infotep.
Recomendaciones
Mostrando los logros que ha obtenido por medio de la educación concluyó haciendo un llamado a las personas para que no se cojan pena, que no lloren, sino que se esfuercen, que luchen para alcanzar el triunfo.
Porque él llegó al Infotep en 1980 siendo miembro fundador de la Junta Directiva, tras su trayectoria de esfuerzos y hoy en día es el director general; cargo que le ha permitido ayudar a miles de jóvenes muy pobres, permitiendo que aprendan un oficio y consigan un buen empleo.
Instó a la juventud a estudiar diciendo, “ante la tentación de no hacer nada, de dirigirse hacia lo ilícito o hacer el sacrificio de aprender algo, yo le aconsejo hacer algo; porque el que se dedica a lo ilícito lo matan joven o lo meten preso y se convierte en un antisocial que ni siquiera su familia lo quiere», afirmó.
En cambio, cuando tú aprendes un oficio o realizas un carrera sabes sobre el sacrificio de la vida y el valor que tiene el conseguir las cosas con luchas”, manifestó el director del Infotep.
