El Consejo Nacional de Educación aprobó el Plan Decenal Horizonte 2034, una herramienta de planificación para los próximos 10 años. En el documento, se identifican los problemas que limitan el cumplimiento del derecho a la educación de forma efectiva y plantea las transformaciones y compromisos para lograr los cambios que deben generarse.
Uno de los objetivos de este plan es aumentar la tasa de asistencia escolar de la población de 12 a 17 años en la educación secundaria. La meta es poder elevar este indicador de un 84.80% en 2024 a un 90 % en 2028 y posicionarla en 95% para el 2034.
Entre las pretensiones de esta programación, figura bajar la tasa de abandono del nivel secundario de 4.40% en 2024 a 3.30% en 2028 y colocarla en 2.20% en 2034.
En lo adelante, la línea es lograr que una proporción cada vez mayor de adolescentes y jóvenes complete oportunamente la educación secundaria, recibiendo los apoyos necesarios según sus necesidades específicas, y desarrolle las competencias claves demandadas por la sociedad del siglo XXI, entre ellas el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la alfabetización digital, mientras cultiva valores y actitudes que promuevan el autoconocimiento personal, la convivencia pacífica, el espíritu colaborativo, la cultura cívica democrática y el cuidado del medioambiente.
La meta en ese sentido es disminuir la tasa de repitencia del nivel secundario de un 6% en 2024 a un 4.50% en 2028 y a un 3 % en 2034.
El plan decenal plantea aumentar la culminación en etapa oportuna de la educación secundaria de un 29.9 % en 2024 a 35% en 2028 y llevarla a un 50% en 2034.
Este instrumento identifica tres grandes desafíos a enfrentar. Entre los retos figura el acceso y permanencia de la población a la educación preuniversitaria, independientemente del lugar de residencia, capacidad o condición socioeconómica, así como su retención en el sistema educativo hasta culminar oportunamente el proceso formativo.
Cita, además, el fortalecimiento de la escolaridad oportuna y progresión continua. “Es necesario que los y las estudiantes cuenten con apoyo continuo para que avancen sin interrupciones en su trayectoria educativa y culminen oportunamente”, precisa el documento.
Entre los objetivos fijados está garantizar que una proporción creciente de niños y niñas menores de 6 años accedan a programas de atención a la primera infancia y educación inicial de alta calidad, brindando los apoyos necesarios según sus características de desarrollo y fomentando la participación activa de la familia.
Es por ello que se busca aumentar la tasa de asistencia escolar de la población de 6 a 11 años de un 93.6% en 2024 a un 95% en 2028 para pasar a un 98% en 2034.
El fin es disminuir la tasa de abandono del nivel primario de 2% en 2024 a un 1.6% en 2028 y a un 0.5% en 2034.
Igualmente, se persigue bajar la tasa de repitencia en niños de un 3.90% en 2024 a 2.2% en 2028 y a 1.5% en 2034.
Otro punto de enfoque para los próximos diez años es lograr aprendizajes pertinentes, significativos, actualizados y contextualizados. “Es necesario que los aprendizajes en cada nivel y modalidad educativa conduzcan a que las y los estudiantes, sin distinción, desarrollen competencias, habilidades y valores que les sean útiles y pertinentes en términos personales y sociales”, puntualiza el documento.
El mayor problema es la baja calidad de la educación
El documento subraya que “el problema central de la educación preuniversitaria en la República Dominicana radica en su baja calidad y pertinencia, lo que se traduce en reducidos logros de aprendizaje y en un desarrollo limitado de las competencias necesarias para llevar una vida plena, tanto en el plano personal como social”. En ese orden destaca que aunque se han logrado avances en cobertura, aún persisten barreras de acceso, especialmente en los niveles inicial y secundario, y una proporción significativa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que ingresan al sistema educativo no logra completar su formación en el tiempo previsto. “Esta situación limita el aprovechamiento de oportunidades por parte de la población dominicana en un mundo en constante cambio y cada vez más exigente, y profundiza las desigualdades sociales”. Según lo planteado en este instrumento, se persigue aumentar el desarrollo humano, la productividad de la economía y la generación de empleo digno. Se busca además reducir la pobreza y desigualdad, la adopción de hábitos de vida saludables y de valores democráticos, convivencia pacífica y ciudadanía responsable así como el fortalecimiento de la identidad nacional.