Como ocurre cada año previo al regreso a clases, una gran cantidad de padres acude al Parque Enriquillo en la avenida Duarte a comprar los libros que utilizarán sus hijos durante el año escolar, los cuales obtienen a un precio más bajo en comparación a los que ofrecen las librerías porque los adquieren a través del intercambio.
Al llevar un texto del curso anterior los clientes consiguen el nuevo a un costo más asequible y con esto disminuye el valor total de los escolares, y es que para el retorno a las aulas también se compran cuadernos, mochilas, zapatos, lápices, lapiceros y otras utilerías.
“Cómo está la situación hoy en día esta es la opción más económica”, expresó Carolina Solís, quien pagó 3 mil 400 pesos por los libros de su hija que iniciará el octavo curso, dando por cada uno 850, pero si fueran nuevos tendría que pagar dos mil.
Usualmente los textos que tienen las casetas ubicadas en el lugar, donde además se venden poesías y obras de teatro para los amantes de la lectura, los adquieren los padres cuyos hijos están en colegios privados, que son los que cada año se los exigen a los estudiantes, mientras que en las escuelas públicas se los brindan de manera gratuita pero deben ser retornados al centro al finalizar el periodo lectivo.
Práctica
Los puestos que abren diariamente desde tempranas horas de la mañana son atendidos por hombres y mujeres que han encontrado en los libros la forma de subsistir y sacar adelante la familia.
Cándida de la Rosa es una de ellas, que tiene 20 años en la zona y destacó que la temporada alta inicia en agosto y culmina a finales de septiembre por el comienzo de un nuevo periodo de clases.
No obstante, resaltó que no siempre obtienen las ganancias esperadas porque las ventas disminuyen.
Los cambios de ediciones alteran el negocio
Para los comerciantes, los cambios que hacen las editoras a los libros afectan el comercio, ya que los obliga a comprar textos nuevos porque los viejos pierden validez. Julio García, que tiene 14 años en el lugar, manifestó que la situación provoca que muchos vendedores tengan que tomar préstamos bancarios para poder actualizar los ejemplares que tienen en venta.