Tras el reciente reportaje realizado por elCaribe, sobre las condiciones de riesgo de los estudiantes y el personal de la Escuela Julia Ena Pérez Matos por el deterioro de dos de sus planteles, las infraestructuras serán intervenidas en los próximos días, según informó a este medio la directora del centro educativo, Felicia De La Cruz.
A horas de la publicación donde se señalaba que las filtraciones de agua en los techos y paredes habían cuarteado ambas edificaciones, De La Cruz manifestó haber recibido una llamada en la que le comunicaron que iniciarán los trabajos para corregir los desperfectos de la construcción.
“Me llamaron que nuestra escuela ya tiene un contratista que ganó (la licitación) y que está esperando que le den el inicial para comenzar a trabajar”, dijo De La Cruz a elCaribe.
Se recuerda que a través de este medio, la comunidad educativa de la Escuela Julia Ena Pérez Matos, ubicada en el sector Proyecto Palmilla, del distrito municipal de La Victoria, denunció las inadecuadas condiciones de los planteles y su temor por el colapso de las edificaciones ante la ocurrencia de un evento sísmico u otro fenómeno de la naturaleza.
Por su deterioro, algunos de los espacios de los planteles, que albergan unos 150 alumnos de nivel inicial y primario, están impedidos de uso, mientras otros mantienen humedad, hongos y polvillo que afecta constantemente la salud de los niños, niñas y profesores expuestos a estas inadecuadas condiciones.
En busca de soluciones a la situación, habían agotado todos los procesos ante las autoridades superiores del Ministerio de Educación, enviando videos, comunicaciones y otros mecanismos, sin embargo desde hace años aguardan por la intervención que hasta ahora fue prometida nuevamente.
Escasez de butacas
Por otro lado, la escasez de butacas y otros inmobiliarios se suma al panorama que, según señalan, dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje de los maestros y estudiantes de la humilde comunidad Proyecto Palmilla y sectores aledaños, en Santo Domingo Norte.
Para tomar la docencia, estudiantes de primaria y secundaria (de 10 años y más) se acomodan en las pocas butacas que tiene en centro en buenas y malas condiciones.
Cuando ya están ocupadas, otros alumnos se sientan en sillas alrededor de una mesa, ambas pequeñas para su tamaño, mientras algunos se quedan parados al no haber disponibles suficientes butacas ni sillas disponibles.
Hasta el momento no se conoce si también se dará respuesta a este particular.