Ante los desafíos que trae consigo el uso de la inteligencia artificial (IA) en las aulas, el sistema de educación superior dominicano necesita rediseñar sus formas de evaluar a los estudiantes para evitar errores y sesgos además de implementar políticas, regulaciones y códigos de ética que permitan garantizar la originalidad y autenticidad del aprendizaje.
Así lo afirmó el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), consultado por elCaribe en el contexto de la serie de reportajes publicados en este medio sobre el uso y abuso de asistentes virtuales como el ChatGPT en la comunidad educativa.
Al respecto, la institución que rige la educación superior en el país informó que se trabaja en la profundización de los rediseños curriculares educativos que integren la inteligencia artificial en los programas de estudio, lo cual incluye la incorporación de formación básica sobre IA, su funcionamiento, aplicaciones y limitaciones en los currículos de todos los niveles educativos.
“En este sentido, desde que asumimos la gestión en 2020, el MESCyT ha avanzado en el desarrollo de competencias digitales, capacitando a miles de docentes y estudiantes en áreas vinculadas a la Revolución 4.0 en el ámbito de la educación superior”, destacó la entidad en un documento dirigido a este medio.
El organismo encargado de formular las políticas públicas referentes a la educación superior sostuvo que el uso de herramientas como chatbot ha planteado retos significativos para el sistema de educación superior.
Algunos de estos desafíos tienen que ver con la originalidad y el plagio, dado que los profesores deben identificar si el ensayo fue escrito por un académico o un asistente virtual, como es el caso de ChatGPT, indicó el MESCyT. “Una franja de alumnos al depender excesivamente de estos dispositivos pueden disminuir su capacidad de pensar de manera crítica, analítica, de resolver problemas o de desarrollar habilidades creativas”, señaló.
Además: “Hay que tomar en cuenta que estos chatbots tienen limitaciones en su propio diseño, por lo que no siempre garantizan respuestas precisas o relevantes, lo que puede producir malentendidos si los estudiantes no verifican las fuentes y se fundamentan en errores y sesgos al elaborar ensayos académicos generados por estos dispositivos”.
Frente a esta nueva realidad, según puntualizó el MESCyT, instituciones de educación superior (IES) han comenzado a adaptarse y buscar estrategias para enfrentar estos desafíos de manera efectiva. “Desde el MESCyT venimos trabajando junto a las IES para fomentar debates y discusiones en las aulas, contribuyendo al desarrollo del pensamiento crítico. Esto busca evitar la dependencia total de herramientas como ChatGPT y subrayar la importancia de consultar y revisar la literatura existente sobre un tema, lo cual es fundamental para la formación de un espíritu creativo e innovador”, sostuvo.
En esa dirección, “el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, presidido por el ministro Franklin García Fermín, ha implementado diversas iniciativas para abordar el uso y posible abuso de la inteligencia artificial en el ámbito educativo, enfocándose en la formación, la ética y la regulación”.
Desde 2021 hasta la fecha, el MESCyT ha participado en eventos de manera virtual y presencial, en colaboración con la Unesco, tratando temas sobre inteligencia artificial y educación.“Estas actividades están alineadas con la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, lanzada por el gobierno liderado por el presidente Luis Abinader”, resaltó el organismo gubernamental.
Se necesita diseñar un software especializado
La institución admite que es necesario trabajar en el diseño de un software especializado que analice patrones de escritura y en la capacitación para sensibilizar a estudiantes y docentes sobre el uso responsable de herramientas como ChatGPT. Sostuvo que en el marco de la política de educación superior, uno de los objetivos principales es formar estudiantes autónomos, críticos y analíticos, por lo que “el uso adecuado de estos dispositivos interactivos puede contribuir a la personalización de los contenidos y a satisfacer necesidades específicas de acuerdo con los contextos culturales y sociales”.
Destacó que los asistentes virtuales tienen la ventaja de ofrecer un aprendizaje personalizado, porque pueden adaptarse a las necesidades específicas del estudiante, lo cual es fundamental en esta enseñanza.
Este acompañamiento, a su vez, favorece la inclusión y accesibilidad educativa para estudiantes con discapacidades, al ofrecer funciones como texto a voz, traducciones y adaptaciones de contenido. “Estos asistentes virtuales también son herramientas valiosas para los docentes, ya que generan ideas, sirven como guías de estudio y promueven un involucramiento interactivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, especialmente en el ámbito de los idiomas”, subrayó.