Invertir en el sector educativo nunca será una apuesta arriesgada, porque es la base del desarrollo que puede tener un país en el futuro.
Así piensa el educador español Carles Sigalés, que en una entrevista con este medio, declaró que las sociedades donde no disponen de recursos para la educación corren el riesgo de enfrentarse con dificultades que les impidan progresar adecuadamente.
El vicerrector de Docencia y Aprendizaje de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC, por sus siglas en catalán), valoró que los gastos que se destinan para el área sean usados para garantizar que toda la población tenga acceso a los estudios a través de la construcción y adecuación de centros educativos en todos los rincones de una nación; no obstante, señaló que en el proceso también se tiene que invertir en la preparación de los maestros.
“Un cuatro por ciento me parece insuficiente, pero no sé cuáles son las prioridades políticas o las necesidades que tiene en estos momentos la República Dominicana (…), entiendo que la educación tiene que ser una apuesta de país, una con todas las reglas, si es simplemente en el mantenimiento de uno de los ámbitos públicos es muy difícil que se avance y se mejore”, expresó el catedrático, que este martes dictará dos conferencias para abordar este y otros temas en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode).
Resaltó que la educación es uno de los pilares de la actividad pública, por lo que es importante que desde el Estado se implementen políticas dirigidas a fortalecer al sector.
Las clases a distancia
Sigalés manifestó que la pandemia bajó el nivel de aprendizaje de los estudiantes, pero indicó que la virtualidad ayudó a que el descenso no fuera tan abrupto.
“Sin la tecnología hubiese sido un desastre; había dos opciones, o no hacer nada que es lo que hubiese pasado hace 20 o 30 años porque no había conexión a internet, o utilizar las tecnologías para tener ese contacto con los estudiantes y ayudarlos a seguir aprendiendo”, expuso el experto.
Sin embargo, señaló que para la ejecución de las clases remotas no debió aplicarse la misma metodología que se utiliza en la presencialidad.
En momentos en que el covid-19 obligó a los países a tomar medidas restrictivas para evitar el contagio del virus, el maestro dijo que las universidades decidieron trasladar la metodología tradicional a las pantallas, lo que fue difícil de tolerar para los estudiantes a quienes ya les resultaba difícil aguantar más de una hora de docencia en un aula.
Agregó que la educación virtual tampoco tuvo sentido en el nivel preuniversitario, porque los alumnos de primaria y secundaria deben convivir y estudiar en entornos físicos con sus pares.
A pesar de la baja en el desempeño, destacó que la formación híbrida donde se combine lo presencial y digital ya es imprescindible, aunque en las escuelas aún se debe preservar la socialización.
A nivel nacional todas las universidades están impartiendo clases presenciales, pero todavía mantienen secciones de clases virtuales para los estudiantes que por diversas razones no pueden acudir a las aulas.
Cuáles desafíos enfrenta la educación superior
Para Carles Sigalés la educación superior tiene tres retos en el futuro; el primero es hacer frente al crecimiento de la demanda de estudios universitarios que en los próximos años será superior a los disponibles en esta década. También empezar la digitalización en las universidades, para que estas mejoren sus servicios y puedan difundir el conocimiento por varias vías. El tercero es la creación de redes de investigación para la realización de estudios que tengan mayor impacto social, cuyos resultados contribuyan a impulsar mejoras en los países.