La Asociación de Editores y Distribuidores de Libros de Textos de la República Dominicana (Asedilird), destacó que por primera vez empresas dominicanas elaboran libros de texto con personal cien por ciento nativo, ya que, según dijo, este mercado estuvo durante 40 años controlado por las transnacionales que participaban con algunos empresarios nacionales vinculadas a ellas.
Asedilird atribuye conflicto con editoras internacionales a que le arrebataron el 30% del mercado
Por tanto, el vicepresidente de Asedilird, Avelino Stanley, aseguró que la génesis del conflicto que mantienen las transnacionales contra las cinco empresas dominicanas que participaron y ganaron el proceso de licitación que realizó el Ministerio de Educación para la adjudicación de los libros de texto de nivel secundario, obedece a que las editoras dominicanas le arrebataron el 30 por ciento del mercado en un proceso donde se licitaron mil 860 millones de pesos.
Para él, esto motivó que las empresas internacionales decidieran impugnar a las editoras dominicanas, acusándolas de haber cometido actos de “colusión”, figura reciente en la jurisprudencia dominicana, que consiste en que dos de las empresas participantes en una licitación llegan a un acuerdo subrepticio (clandestino) para presentar el mismo producto, a los fines de que si una queda fuera la otra continúe, causándole perjuicio a las demás.
Sin embargo, afirmó que todas las empresas dominicanas presentaron productos distintos. “Cocolo Editorial, que es la nuestra, sometió Lengua Española; Camar, de Juan Colón, Ciencias Sociales; Edicaribe, los libros de Educación Física; Ediciones CP, los libros de Matemática y; Ediciones Salomé, los de Ciencias Naturales”, argumentó.
Sobre la razón de someter a licitación libros de texto en el nivel de educación secundario, explicó que cada vez que se establece un nuevo currículo, como el que aprobó el Ministerio de Educación (Minerd) hace alrededor de cinco años, es imperativo hacer libros de textos nuevos que se adecúen al nuevo plan de estudio que diseñen las autoridades.
Indicó que a partir del año 2016 empezaron a trabajar en el diseño de nuevos libros de textos siguiendo un proceso “sumamente complejo, tanto en la categoría de autores como en la categoría de evaluación”. En ese sentido, el gremialista dijo que los libros fueron evaluados por el área de currículo del Ministerio de Educación como un sistema de doble ciego.
“El sistema de doble ciego significa que alrededor de doce empresas editoriales, nacionales y extranjeras, sometieron las obras al Minerd sin los nombres de las editoriales, sin señal de identidad a quiénes podían pertenecer los libros y, a la vez, las editoriales tampoco podían saber quiénes serían escogidos por el área de currículos para evaluar los libros”, detalló.
Afirmó que los libros de las cinco empresas dominicanas que participaron en el proceso están dentro de las entidades que obtuvieron las calificaciones más altas. Para sustentar su argumento, refirió que, por ejemplo, los libros que presentó Cocolo Editorial obtuvieron una calificación entre 98 y 99 puntos de un máximo de 100.
Sostuvo que este procedimiento que se hace previo a la licitación se desarrolló de manera normal. “Luego entonces vino la licitación en la que había 14 lotes. ¿Qué es esto de lotes? Para que la gente comprenda, lo que se estudvo licitando fueron los libros del nivel Secundario. Éramos diez empresas, los libros se fueron dividiendo en lotes, los de Legua Española de 1ro., 2do. y 3ro., del nivel Secundario, era un lote; lo mismo con los de Matemáticas y las demás asignaturas”, explicó.
Afirmó que cuando llegó el resultado final de la votación era imposible que cada empresa pudiera tener dos lotes, debido a que solo había 14 lotes para un total de 10 empresas participantes. Puntualizó que las cinco empresas dominicanas obtuvieron igual número de lotes, mientras que de las cinco empresas extranjeras concursantes, una obtuvo un (1) lote y las demás recibieron dos (2) lotes cada una.